Cuando te vas a dormir, ¿pones la alarma de tu teléfono móvil antes de colocarlo en tu mesita de noche al alcance de tu brazo?
Si es así, puede que quieras pensártelo dos veces la próxima vez.
Kirsten Moysich, PhD, MS, Profesora Distinguida de Oncología en el Roswell Park Comprehensive Cancer Center, dice que debido a que los teléfonos móviles emiten una radiación de baja frecuencia, la gente debe ser cautelosa.
«Es una radiación no ionizante a la que expones tu tejido corporal. Si puedes usar un dispositivo de auriculares, de modo que el dispositivo no esté justo al lado de tu cerebro, ¿por qué no usarlo? Lo llamamos principio de precaución», dice el Dr. Moysich.
Los teléfonos móviles emiten energía de radiofrecuencia, que es una forma de radiación no ionizante, según el Instituto Nacional del Cáncer. El tejido corporal más cercano a la antena puede absorber esta energía. Por eso ha habido tantos estudios sobre si los teléfonos celulares aumentan el riesgo de que alguien sufra tumores cerebrales malignos (cancerosos) o benignos.
«El uso de teléfonos celulares ha aumentado drásticamente desde principios de los 90», dice el doctor Moysich. «Pero la incidencia del cáncer cerebral no ha aumentado en EE.UU.»
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Sin embargo, sigue instando a la gente a ser precavida.
Aquí tienes algunos consejos prácticos que puedes aplicar en casa:
- Usa auriculares; un dispositivo de manos libres pone más distancia entre tu tejido cerebral y el teléfono.
- Pon el teléfono más lejos de ti que la mesilla de noche cuando duermas.
- No meta los móviles en los sujetadores deportivos o en los bolsillos de los pantalones.
- Utilice el teléfono para conversaciones más cortas o use el altavoz para charlas más largas.
«No hay pruebas sólidas que lo respalden, es simplemente tener cuidado, como llevar el cinturón de seguridad. Se trata de limitar la exposición a la radiación de baja frecuencia. Si no necesitas exponerte a ella; no lo hagas», dice el doctor Moysich.
Lo que nos dice la ciencia
Numerosos estudios epidemiológicos han investigado si las emisiones de los teléfonos móviles aumentan el riesgo de cáncer de alguien. Los resultados no han sido concluyentes. El Instituto Nacional del Cáncer dice que «un número limitado de estudios ha mostrado alguna evidencia de asociación estadística del uso de teléfonos celulares y los riesgos de tumores cerebrales, pero la mayoría de los estudios no han encontrado ninguna asociación.» La agencia federal dice que hay discrepancias debido al sesgo de recuerdo, a los informes inexactos, a la morbilidad y la mortalidad, a la tecnología cambiante y a la forma en que la gente utiliza los teléfonos móviles.
Una cosa en la que sí están de acuerdo los investigadores es que actualmente no hay pruebas de que la radiación no ionizante aumente el riesgo de cáncer de una persona. Las investigaciones demuestran que no causa daños en el ADN que puedan provocar cáncer.