Con el invierno en pleno apogeo, no puedo ser la única que sufre de piel seca y apagada con descamación ocasional. No es algo divertido, y aunque ahora tengo un régimen de cuidado de la piel INCREÍBLE, me encanta mimarme con tratamientos de spa caseros – como esta encantadora mascarilla facial hidratante de miel y plátano.
Lo bueno de esta mascarilla es que puedes cambiarla añadiendo ingredientes extra para tratar problemas específicos de la piel que puedas tener. Pero en su forma más simple, es una gran mascarilla facial hidratante que dejará tu piel sintiéndose y luciendo más joven, suave y húmeda que nunca.
El plátano está lleno de nutrientes para tu piel, mientras que la miel proporciona la hidratación intensa.
Sólo recuerda que esta mezcla es bastante suelta y chorreante, así que asegúrate de llevar ropa que no te importe que se ensucie O ponte una toalla alrededor de ti antes de aplicarla.
Ingredientes:
1 plátano mediano maduro
2 cucharadas de miel
Instrucciones:
Utilizando un procesador de alimentos, combina el plátano y la miel hasta que quede suave. Si no tienes un procesador de alimentos, tritura con un tenedor hasta que quede suave. Esto llevará más tiempo, pero lo conseguirá.
Asegúrate de usar la mezcla antes de una hora, ya que empezará a ponerse un poco rancia después de eso.Puedes usar fácilmente una brocha para la cara para «pintarla» en tu cara, pero encuentro que usar los dedos es mucho mejor. Simplemente coge un poco con las yemas de los dedos y masajea suavemente pero con firmeza en tu cara.
También es importante recordar que debes asegurarte de que tu cara está limpia y libre de maquillaje antes de aplicar la mascarilla. No es en absoluto una mascarilla limpiadora, pero es ideal para después de una exfoliación o una limpieza profunda, ya que ayuda a devolver la humedad a tu piel.
Deja la mascarilla durante unos 20 minutos para obtener los mejores resultados. A continuación, utiliza agua tibia para aclarar suavemente la mascarilla. Quieres asegurarte de que has limpiado la mascarilla de plátano, pero no quieres limpiar en exceso y eliminar los nutrientes de la misma.
Recuerda tirar cualquier mascarilla que no hayas utilizado cuando hayas terminado. O comerla. Es bastante sabrosa. Pero hagas lo que hagas, no la guardes. Las mascarillas naturales suelen conservarse en la nevera durante unos días, pero lo más frecuente es que se olviden. Así que para estar segura, haz una nueva tanda cada vez.
¡Disfruta!
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