El Monumento Nacional a Víctor Manuel II (Monumento Nazionale a Vittorio Emanuele II) es un edificio notablemente grande hecho de mármol blanco. Este monumento fue construido en honor a Víctor Emanuel II. Aunque no incluye torres en su diseño general, la estructura medieval sigue atrayendo la atención de casi todos los rincones de Roma porque su color destaca en un conjunto de edificios de color tierra. Está situado entre la Colina Capitolina y la Piazza Venezia y cuenta con algunas estatuas, columnas y grandes escaleras.
Primer rey de Italia
Víctor Manuel II siempre tuvo el objetivo de unificar Italia. Así surgió una Italia unificada en 1861 y él llegó a ser el primer rey. Cuando murió en 1878, fue enterrado en el Panteón.
El monumento
Para conmemorarle, se estaba entonces trabajando en la construcción de un monumento cuyo diseño final se decidió mediante un concurso. Este concurso lo ganó Giuseppe Sacconi, de Las Marcas. El monumento se inició en 1895 y se terminó en 1911. Toda la zona en la que se encuentra ahora, sufrió una demolición extrema, por lo que se decía que era un edificio grandioso sobre terrenos muertos. Incluso se excavaron ruinas y hallazgos raros durante su construcción.
El punto central del monumento es la estatua de un jinete. Esta fue hecha como una representación de Víctor Emanuel II. Se terminó en 1889 y se inauguró en1911.
También tiene su famoso detalle, el Altare della Patria, o el Altar de la Patria, que es donde se encuentra la tumba de un soldado desconocido. Este soldado murió en la 1ª Guerra Mundial y se convirtió en un símbolo para todos los soldados caídos desconocidos de Italia. Así pues, el monumento no sólo conmemora a Víctor Manuel II, sino también a todos los caídos en la guerra durante el mundo medieval.
Museo
La base del Monumento a Víctor Manuel II alberga también el Museo de la Reunificación Italiana. Se puede acceder a él subiendo. Si todavía está arriba, no olvide disfrutar de la hermosa vista panorámica de Roma. También hay una terraza en lo alto del monumento. Te darás cuenta de que, aunque toda la estructura está llena de intrincados detalles, también está marcada por el simbolismo, como la palmera (que simboliza la victoria), el laurel (para la paz), el roble (para la fuerza), el olivo (para la armonía) y el mirto (para el sacrificio).