Occipital,, hueso que forma la parte posterior y trasera de la base del cráneo, la parte del cráneo que encierra el cerebro. Tiene una gran abertura ovalada, el foramen magnum, a través del cual pasa la médula oblonga, que une la médula espinal y el cerebro. El occipital linda con cinco de los otros siete huesos que forman el cráneo: en la parte posterior de la cabeza, los dos huesos parietales; a los lados, los huesos temporales; y delante, el hueso esfenoides, que también forma parte de la base del cráneo. El occipital es cóncavo internamente para sostener la parte posterior del cerebro y está marcado externamente por las líneas nucales (cuello) donde se une la musculatura del cuello. El occipital se forma tanto en membrana como en cartílago; estas partes se fusionan en la primera infancia. La costura, o sutura, entre el occipital y el esfenoides se cierra entre los 18 y los 25 años, la de los parietales entre los 26 y los 40 años.
En los cuadrúpedos la cabeza cuelga del extremo de la columna vertebral, y el foramen magnum se sitúa en posición posterior. La musculatura nucal está fuertemente desarrollada para sostener la cabeza, y las marcas occipitales son pesadas.
En los simios, con la asunción de la postura semierecta, el foramen se ha desplazado parcialmente hacia abajo y hacia delante. Los músculos nucales son potentes y se adhieren en lo alto del occipital, cerca de la sutura con los parietales, donde a veces se forma una cresta (cresta lambdoidal). En la evolución humana, el foramen magnum ha seguido avanzando como un aspecto de adaptación a la marcha sobre dos piernas, hasta que la cabeza se equilibra ahora verticalmente sobre la columna vertebral. Al mismo tiempo, la línea de unión de la musculatura nucal se ha desplazado hacia abajo desde la sutura lambdoidea hasta un punto bajo en la parte posterior de la cabeza. En los precursores del hombre, como el Australopithecus y el Homo erectus, las marcas nucales, a menudo lo suficientemente pesadas como para formar una protuberancia o toroide, tenían una posición intermedia entre las de los simios y las del hombre moderno.