El nativo de Baltimore John Waters es un titán de la basura con bigote de lápiz que ha pasado toda su vida buceando en una cuba de mal gusto, sordidez, asquerosidades pervertidas, campamentos exagerados, melodramas sensibleros, chistes enfermos, sexualidad tabú, vulgaridad y personalidades extrañas. Al menos tiene un fabuloso sentido del humor. El director, que cumplirá 74 años el 22 de abril, abandonó la escuela de cine de la Universidad de Nueva York y se convirtió en un erudito del cine transgresor, influenciado por directores de la talla de Herschell Gordon Lewis, Federico Fellini, William Castle, Douglas Sirk e Ingmar Bergman. Al principio, Waters reunió a un grupo de actores de los suburbios de Baltimore a los que denominó Dreamlanders, entre los que se encontraban Mink Stole y Edith Massey.
Pero Waters encontraría su verdadera musa y protagonista favorita en su amigo de la infancia, Glenn Milstead, una drag queen cuyo alter-ego era conocido como Divine. Cuando Milstead murió a los 42 años de edad a causa de un agrandamiento del corazón en 1988, la producción de Waters se volvió más convencional, con actores de marca como Johnny Depp y Kathleen Turner protagonizando sus películas. Pero sin la presencia de Divine, Waters perdió parte de su carácter de outsider. La última película que dirigió fue «Una sucia vergüenza», de 2004, que obtuvo la clasificación NC-17. En 2008, intentó hacer una película navideña para niños, «Fruitcake», pero la empresa que la respaldó quebró.
Tiene otras salidas creativas, como el arte basado en la fotografía y las instalaciones que hacen gala de su sentido del humor. Waters también realiza giras con su espectáculo anual de Navidad que comenzó en 1996. Una de sus salidas más extravagantes fue cuando realizó un viaje a través del país haciendo autostop en 2012, y escribió sobre sus encuentros en su libro de 2014, «Carsick». Waters también actúa, y recientemente ha interpretado a uno de sus ídolos, el rey del cine de serie B William Castle, en el programa de televisión «Feud». En honor a este autor único, he aquí una clasificación de todas sus 12 películas ordenadas de peor a mejor, incluyendo «Pink Flamingos», «Hairspray», «Cry-Baby» y «Serial Mom».»