Peninsular, habitante de la América colonial española nacido en España. Más de 400.000 españoles emigraron al Nuevo Mundo entre 1500 y 1650. Su motivación más importante era la percepción de oportunidades económicas, y a menudo seguían los pasos de mecenas o familiares establecidos. Los inmigrantes procedían de todas las profesiones y condiciones sociales, aunque los funcionarios reales y los clérigos estaban muy representados. La competencia por los cargos eclesiásticos y estatales -sobre todo en este último, donde había menos puestos disponibles- agrió las relaciones entre los peninsulares y los criollos (españoles nacidos en América) a principios del siglo XVII. Los criollos también estaban resentidos por el dominio del comercio de ultramar que los peninsulares mantuvieron durante todo el periodo colonial.

Por un lado, el desarrollo de auténticas diferencias culturales entre criollos y peninsulares, el surgimiento de un incipiente nacionalismo criollo y la creación de estereotipos negativos en ambos bandos -el criollo indolente y de sospechosa ascendencia racial opuesto al peninsular de baja cuna y avaricioso- contribuyeron a esta división. Por otra parte, los comerciantes peninsulares solían casarse con mujeres criollas y se asimilaban a las familias criollas ricas. Sin embargo, solían dotar a sus hijos de propiedades terrestres, a la vez que traían a un pariente (generalmente un sobrino) para que llevara sus empresas comerciales, reforzando así las bases económicas contrastantes de las élites criollas y peninsulares.

En el siglo XVIII, varios acontecimientos provocaron un rencor más intenso hacia los peninsulares. La inmigración española a las colonias aumentó y adquirió un carácter más integrado y familiar; el desprecio peninsular por los americanos de todas las razas adquirió una base «científica» espuria; y, lo más importante, los funcionarios reales lanzaron un ataque concertado contra el poder de la aristocracia criolla. No es de extrañar que los peninsulares se convirtieran en blanco de ataques en los levantamientos de finales de la época colonial y de la independencia. Quizás los ejemplos más notorios sean las depredaciones del ejército de Miguel Hidalgo en México y la «guerra a muerte» de Simón Bolívar contra los españoles en Venezuela. La novelista peruana Teresa González de Fanning retrató la difícil situación de los peninsulares en su novela histórica, Roque Moreno.

Véase tambiénCasta y estructura de clases en la América española colonial; criollos.

BIBLIOGRAFÍA

D. A. Brading, Mineros y comerciantes en el México borbónico, 1763-1810 (1971).

Peter Boyd-Bowman, Patterns of Spanish Emigration to the New World (1493-1590) (1973).

James Lockhart y Enrique Otte, trans. y eds., Letters and People of the Spanish Indies: El siglo XVI (1976).

Ida Altman, Emigrantes y sociedad: Extremadura y América en el siglo XVI (1989).

Bibliografía adicional

González de Fanning, Teresa. Roque Moreno. Lima: Tip. de «El Lucero», Unión, 767 , 1904.

Lavallé, Bernard. Las promesas ambiguas: Ensayos sobre el criollismo colonial en los Andes. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Instituto Riva-Agüero, 1993.

Schmidt-Nowara, Christopher, y John M. Nieto-Phillips. Interpretación del colonialismo español: Imperios, naciones y leyendas. Albuquerque: University of New Mexico Press, 2005.

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