Discusión

La hematohidrosis también conocida como Hematidrosis, hemidrosis y hematidrosis, es una condición en la que los vasos sanguíneos capilares que alimentan las glándulas sudoríparas se rompen, haciendo que exuden sangre, ocurriendo bajo condiciones de estrés físico o emocional extremo. Manonukul et al. propusieron el término «hematofoliculohidrosis» porque aparecía junto con el líquido sudoríparo y la sangre exudada a través de los canales foliculares.

Holoubek ha sugerido diversos factores causales, como el componente de una enfermedad sistémica, la menstruación vicaria, el esfuerzo excesivo, el psicógeno, la púrpura psicógena y la causa desconocida.

El miedo agudo y la contemplación mental intensa son las causas más frecuentes, como se ha informado en seis casos en hombres condenados a la ejecución, un caso ocurrido durante el bombardeo de Londres, un caso relacionado con el miedo a ser violado, un caso de miedo a una tormenta mientras navegaba, etc. En nuestro caso, la causa probable de la hematohidrosis fue el estrés crónico, ya que las otras causas fueron descartadas por investigaciones detalladas. También se cree que los mecanismos histéricos y los trastornos psicosomáticos pueden inducir hemorragias. Se supone que la púrpura psicógena está causada por la hipersensibilidad a la propia sangre de los pacientes o la sensibilización autoeritrocitaria y se caracteriza por cultivos repetidos de equimosis, hemorragias gastrointestinales y hematuria.

Otro tipo de hemorragia a través de la piel son los estigmas psicógenos; un término que se utiliza para designar las zonas de cicatrices, heridas abiertas o hemorragias a través de la piel intacta. Los hallazgos clínicos de este tipo son una ligera elevación de la piel antes de una prolongada exudación de sangre, una decoloración azulada en la palma de la mano del paciente y una lesión similar a la erisipela. Copeland informó de una paciente que desarrollaba hemorragias de sus antiguas cicatrices cada vez que tenía una ansiedad grave.

La etiopatogenia según el Dr. Frederick Zugibe es que los múltiples vasos sanguíneos que están presentes en forma de red alrededor de la glándula sudorípara se contraen bajo la presión del estrés. Al aumentar la ansiedad, los vasos sanguíneos se dilatan hasta el punto de romperse. La sangre entra en las glándulas sudoríparas, que la empujan junto con el sudor hacia la superficie, presentándose como gotas de sangre mezcladas con sudor. La sangre extravasada tiene componentes celulares idénticos a los de la sangre periférica. La ansiedad mental grave activa el sistema nervioso simpático para invocar la reacción de estrés-lucha o huida hasta tal punto que provoca una hemorragia de los vasos que irrigan las glándulas sudoríparas en los conductos de las mismas. El efecto en el cuerpo es la debilidad y la deshidratación de leve a moderada por la ansiedad severa y la pérdida de sangre y sudor. Manonukul et al. han propuesto recientemente que puede haber algunos defectos en la dermis que causen debilidad estromal. Estos defectos se comunicarán con los espacios vasculares de la dermis y acabarán dilatándose y ampliándose como espacios llenos de sangre cuando ésta entre. Después, exudarán la sangre hacia fuera, ya sea a través de los canales foliculares o directamente en la superficie de la piel, y esto ocurrirá siempre que la presión positiva en el interior sea suficiente. Después, se colapsarán sin dejar cicatriz. Este fenómeno actúa como un globo, crece y decrece y explica así que estas hemorragias sean a veces intermitentes y autolimitadas. La biopsia inmediata es importante porque una biopsia tardía, tras el colapso de estos espacios, no ayudará a identificarlos. El estudio fisiopatológico de la piel realizado por Zhang et al. reveló algunas hemorragias intradérmicas y capilares enfrascados (obstruidos). No se encontró ninguna anomalía en las glándulas sudoríparas, los folículos pilosos y las glándulas sebáceas. Concluyeron que la base patológica de la hematohidrosis podría ser una vasculitis distintiva.

La biopsia de nuestra paciente realizada durante la remisión no reveló espacios vasculares llenos de sangre, hemorragia intradérmica, capilares obstruidos ni anomalías en el folículo piloso, las glándulas sebáceas o sudoríparas.

El diagnóstico de la hematohidrosis se realiza mediante la prueba de la bencidina, en la que la hemoglobina de la sangre reacciona con el peróxido de hidrógeno liberando oxígeno, que luego reacciona con un reactivo orgánico produciendo un compuesto de color verde a azul. La prueba del hemocromógeno confirma que la sangre es de origen humano. En esta prueba, la piridina provoca la reducción de la hamoglobina, lo que da lugar a los característicos cristales de color rosa salmón de la hemoglobina de piridina observables al microscopio.

Las características únicas de nuestro caso incluyen la afectación localizada de la zona abdominal, hasta ahora no comunicada. La excelente recuperación con el asesoramiento psiquiátrico pone de manifiesto la relación entre las causas psicógenas y la hematohidrosis.

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