Una taza de leche blanca (250 ml) contiene 12 gramos de un azúcar natural llamado lactosa. Ésta da a la leche un sabor ligeramente dulce. El cuerpo descompone la lactosa en glucosa y galactosa (la mayor parte de la cual se convierte posteriormente en glucosa). Este proceso es importante porque la glucosa es la principal fuente de energía del cuerpo y la única fuente de energía para el cerebro.
Determinar si un alimento tiene azúcares naturales o azúcares añadidos es importante. Como parte de su paquete rico en nutrientes, alimentos como la fruta, la leche blanca y el yogur natural contienen azúcares naturales. Todos ellos son alimentos saludables para incluir en tu dieta. En cambio, los azúcares añadidos son fuentes concentradas de calorías sin ningún beneficio nutricional. Por lo tanto, limitar los azúcares añadidos es prudente, ya que las calorías adicionales pueden provocar un aumento de peso y un mayor riesgo de problemas de salud.
La lactosa, también conocida como azúcar de la leche, constituye alrededor del 0-8 por ciento de la leche, en peso. Extraída del suero dulce o ácido, la lactosa puede separarse de la leche para crear productos lácteos sin lactosa, y puede comercializarse y venderse por separado. La lactosa pura tiene aproximadamente un 20% del dulzor del azúcar de caña y se utiliza en aplicaciones alimentarias únicas y como adición dulce a la leche aromatizada. La lactosa también es una buena forma de favorecer el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas, como el acidophilus.