- Los aguacates, como las manzanas, se vuelven marrones cuando se exponen al aire. En realidad es una reacción química y no un signo de que el aguacate esté estropeado.
- Los compuestos de la pulpa reaccionan con el oxígeno, con la ayuda de enzimas, para producir unos pigmentos marrones llamados melanina.
- La parte marrón de un aguacate puede tener un aspecto poco apetecible y puede tener un sabor amargo, pero sigue siendo seguro comerlo.
- Tendrías que dejar un aguacate fuera durante unos días antes de que se estropeara por la oxidación.
- Mira lo siguiente: Echa un vistazo al interior de este restaurante sólo para aguacates
Si un aguacate está marrón por dentro, puede que no se vea bonito y tenga un sabor amargo. Sigue siendo seguro comerlo, pero cuanto menos marrón haya, mejor.
Narrador: ¿Te comerías este aguacate? ¿Y este otro? En realidad son iguales, sólo que uno ha estado fuera durante unas horas. Y claro, uno no tiene tan buen aspecto, pero eso no significa que debas tirarlo. En 1989, el estadounidense promedio comía alrededor de una libra de aguacates al año. En 2017, esa cantidad se había multiplicado por siete.
Pero por mucho que nos guste comerlos, la lucha contra el dorado de los aguacates es real. Algunas personas podrían intentar evitarlo poniendo el hueso del aguacate en el bol, pero no funciona así. Al igual que ocurre con las manzanas, los plátanos y las patatas, la carne del aguacate se dora cuando se expone al oxígeno del aire. Es un proceso llamado oxidación, y ocurre cuando el oxígeno reacciona con unos compuestos llamados polifenoles con la ayuda de unas enzimas llamadas polifenol oxidasa. Esto daña el tejido de la pulpa, y en el proceso se vuelve marrón. Pero el color marrón no es señal de que se esté estropeando. Habría que dejarlo fuera unos días para que se estropeara por la oxidación. El color marrón se debe a una sustancia química no tóxica llamada melanina. Aparece en todo, desde la fruta hasta el iris de tus ojos.
No hace falta decir que ese bol de aguacate marrón no te hará daño. Sin embargo, cuanta más oxidación se produzca, más tejidos dañará. Por ejemplo, golpear o enfriar un aguacate durante demasiado tiempo puede conducir a una oxidación significativa, que en realidad daña tanto el tejido que cambia la textura y el sabor de la fruta de manera que es blanda y amarga. Pero un poco de dorado no hará la diferencia. Para demostrarlo, hicimos un experimento. Servimos aguacates verdes y aguacates que se dejaron dorar durante unas horas.
Aguacate normal:
Gina Echevarría: «Está bien, sabe como un aguacate normal, creo»
Abby Tang: «Ese no me gusta. No sé por qué. Simplemente me gusta, sabe un poco mal.»
Clancy Morgan: «Sabor bastante fuerte, diría yo. Aguacate bastante fuerte, sabor a tierra. Pero sí, sabe muy maduro»
Echevarría: «Sí, un aguacate bastante estándar»
Tang: «Sabe como un aguacate normal pero podrido. ¿Por qué me has dado de comer un aguacate podrido?»
Aguacate marrón:
Echevarría: «Siento que ese en realidad sabe un poco mejor.»
Morgan: «Oh. Oof.»
Tang: «Este no sabe a podrido, así que eso es bueno.»
Morgan: «Vale, este está mucho más maduro, súper blando.»
Echevarría: «El otro como que sólo sabía a papel mojado, y éste sí que sabía a algo»
Tang: «Este está bien, me gusta bastante. Es un aguacate. Saben igual aparte de que uno sabía más viejo.»
Persona de la cámara: «¿Y ese es el primero?»
Tang: «El primero sabía más viejo. Era, como, agrio. Y el segundo sabía como un aguacate normal.»
Narrador: La rapidez con la que se dora el aguacate depende del entorno, como la cantidad de oxígeno en el aire, la temperatura y la acidez. Las temperaturas más cálidas aceleran la reacción química y hacen que el aguacate se dore más rápido. Pero si le echas un chorro de cítricos por encima, la acidez evita la oxidación y puedes mantener su aspecto fresco durante más tiempo. En cualquier caso, aunque no nos pusimos de acuerdo sobre cuál sabía mejor, ambos eran perfectamente comestibles. Así que la próxima vez que tengas un aguacate viejo, no lo tires sin más. Y si el antiestético color marrón te arruina el apetito, sólo tienes que darle un rápido revuelto, y voilá.