Procedimientos biliares

El radiólogo intervencionista pasará una pequeña aguja a través de su piel en el lóbulo izquierdo o derecho del hígado. Si es el lóbulo derecho del hígado el que se pincha, será entre las costillas y en el centro de su costado. Si es el lóbulo izquierdo del hígado el que se pincha, el radiólogo intervencionista elegirá un lugar de entrada por debajo de la punta del esternón.

Mientras se retira la aguja, el radiólogo intervencionista inyectará suavemente un agente de contraste diluido, una sustancia que hace que la zona se vea mejor en las imágenes. Esto significa que, cuando la aguja entra en el conducto biliar, la estructura tubular es más claramente visible en las imágenes. A continuación, el radiólogo intervencionista introducirá una guía en el conducto biliar, seguida de un catéter. La guía y el catéter se utilizan conjuntamente para superar la obstrucción y llegar al intestino.

Una vez que el radiólogo intervencionista haya retirado este catéter, dilatará el conducto hepático bloqueado para poder colocar el catéter de drenaje. Un catéter de drenaje tiene múltiples agujeros en su lado que se utilizan para drenar la bilis en dos direcciones, hacia fuera en una bolsa y hacia dentro en el intestino. La bolsa se adhiere a la piel y se deja durante unos días hasta que el tracto biliar se haya descomprimido. Durante el período en que la bolsa está fijada, el catéter se lava 2-3 veces al día con cloruro de sodio para mantener los orificios laterales abiertos.

¿Por qué realizarla?

Si no es apto para procedimientos endoscópicos, la PTCD es una posible alternativa para usted. Puede utilizarse para descomprimir los conductos biliares si están bloqueados por una lesión masiva o un cálculo, o para tapar un orificio si experimenta una fuga de bilis.

¿Cuáles son los riesgos?

Una de las complicaciones más comunes es la hemorragia en el tracto biliar, normalmente desde una vena. Esto normalmente no necesita tratamiento ya que se cura por sí mismo. Una complicación menos frecuente es una hemorragia importante que requiere una infusión de sangre o más intervenciones, como la cirugía o la embolización de los vasos.

Si tiene una infección biliar, el procedimiento de PTCD puede causar fiebre, escalofríos y septicemia. Otro riesgo es la posibilidad de que se pinchen las zonas que rodean el tracto durante el procedimiento, como la vesícula biliar o el intestino.

Bibliografía

1. Saad WEA, Wallace MJ, Wojak JC, Kundu S, Cardella JF. Directrices mejoradas de calidad para la colangiografía transhepática percutánea, el drenaje biliar y la colecistostomía percutánea. J Vasc Interv Radiol 2010; 21:789-95.
2. Krokidis M, Hatzidakis A. Percutaneous Minimally Invasive Treatment of Malignant Biliary strictures: Current status Cardiovasc Intervent Radiol 2013 Jul 13.

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