El virus de la inmunodeficiencia felina también se conoce como FIV o SIDA felino. La enfermedad está causada por un virus contagioso que puede pasar de un gato a otro. La naturaleza contagiosa de la enfermedad hace que las pruebas de detección del VIF sean importantes. Identificar los signos y qué gatos dan positivo en la prueba del VIF permite a los propietarios de gatos tomar precauciones para ayudar a estos gatos a tener una vida más larga y saludable.
¿Debe su gato hacerse la prueba del VIF?
Casi todos los gatos deberían someterse a la prueba del VIF, y especialmente los felinos de exterior. Las pruebas en gatitos de menos de seis meses pueden no ser fiables a menos que hayan nacido de madres ya infectadas con la enfermedad. La Asociación Americana de Profesionales Felinos (AAFP) ha proporcionado directrices adicionales para determinar qué gatos deben ser analizados y cuándo.
- Si su gato nunca ha sido analizado, debería hacerlo.
- Si trae un nuevo gato a casa, analice a su nueva mascota para detectar el VIF antes de entrar en su casa. Vuelva a hacer la prueba a un gato nuevo en 60 días.
- Si su gato está expuesto a otro gato con VIF, debe hacerse una prueba 60 días después del contacto.
- Si su gato está enfermo en general, su veterinario debe hacer la prueba del VIF.
- Si planea vacunar a su gato contra el VIF, primero debería hacerse la prueba del virus.
- Mantenga a su gato dentro de casa y hágalo castrar.
- Haga que su veterinario lo examine al menos dos veces al año. Su veterinario examinará a su gato, realizará análisis de sangre rutinarios y mantendrá a su gato al día con sus vacunas. Busque siempre la ayuda de su veterinario si su gato enferma.
- No alimente a su gato con carne cruda o huevos que puedan tener bacterias.
- Pregunte a su veterinario cómo mantener a su gato libre de parásitos, como pulgas, garrapatas, gusanos del corazón y lombrices intestinales.
- Algunos veterinarios recomiendan mantener a su gato seropositivo segregado de otros gatos de la casa para evitar la propagación del virus.
La terminología puede ser confusa. El VIF es similar al VIH (el virus de la inmunodeficiencia humana), causando una enfermedad en los gatos que es similar al SIDA humano (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). El VIF es altamente específico de la especie y no puede infectar o dañar a los humanos, según el Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell.
¿Cuál es la prueba del VIF?
La prueba del virus de la inmunodeficiencia felina se realiza con una pequeña muestra de sangre de su gato. La prueba ELISA (ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas) es la más común que se realiza para detectar el VIF en los gatos. Si esta prueba es positiva, puede recomendarse un segundo tipo de análisis de sangre para confirmar la infección de su gato. Esta prueba se conoce como prueba de Western blot.
¿Qué ocurre si su gato da positivo en el test del VIF?
Una prueba de VIF positiva no significa que su gato esté muriendo por la enfermedad. Simplemente significa que su gato ha estado expuesto al virus. Un gato que da positivo en la prueba del VIF puede seguir viviendo durante mucho tiempo si se toman algunas sencillas precauciones. Un gato que da positivo en la prueba del virus de la inmunodeficiencia felina puede tener el sistema inmunitario debilitado y ser susceptible de contraer otras infecciones. Recuerde que su gato es un portador potencial de la enfermedad y podría transmitirla a otros gatos. Proteja a su gato de estas infecciones secundarias siguiendo estas cinco sugerencias.
En el pasado, los gatos que daban positivo en el virus de la inmunodeficiencia felina eran eutanasiados con frecuencia. Se creía que su pronóstico era grave y que constituían una seria amenaza para el resto de la población felina. Afortunadamente, esto ya no es cierto, y la eutanasia ya no se recomienda de forma rutinaria para los gatos que dan positivo al VIF.