El espacio epidural contiene numerosos contenidos, entre ellos:
- los nervios raquídeos
- la grasa epidural
- saco dural
- linfáticos
- arterias epidurales
- venas epidurales
Los nervios raquídeos se desprenden de la médula espinal por pares y viajan entre el saco dural y los agujeros neurales. Se numeran según la vértebra cervical, torácica, lumbar o sacra.
La cantidad de grasa epidural en el espacio varía proporcionalmente al resto del cuerpo. La grasa epidural se encuentra normalmente entre los vasos, nervios y ligamentos del espacio epidural.
El tejido graso epidural en el espacio no está encapsulado, lo que significa que generalmente no crea un efecto de masa sobre los nervios espinales y el saco dural.
El papel de la grasa en el espacio es proporcionar un amortiguador a los movimientos pulsátiles del saco dural. Esto protege la estructura nerviosa y ayuda al movimiento del saco dural sobre el periostio de la columna vertebral durante la flexión y la extensión.
El saco dural es un saco membranoso cuyo contenido incluye la cauda equina y la médula espinal. Se encuentra en el centro del espacio epidural. El saco dural se extiende a lo largo del canal espinal y termina en el nivel de la segunda vértebra sacra.
Los linfáticos del espacio epidural se encuentran alrededor de las raíces durales. Su función es eliminar materiales extraños de los espacios subaracnoideo y epidural.
Las arterias epidurales se encuentran en la región lateral del espacio. Las venas epidurales, sin embargo, desarrollan un plexo y pueden verse implicadas en una punción epidural sangrante o traumática durante la inserción de la aguja epidural.