La teniente coronel Maes Hughes vivió una vida plena que sólo se relata parcialmente en los acontecimientos de Fullmetal Alchemist: Brotherhood. Tras horas de repasar la historia delineada en sus fotogramas animados, The Dot and Line ha reconstruido minuciosamente una guía sobre la vida, la etiqueta, la amistad, el amor y la moralidad ejemplificada en la vida de este servidor público de Amestris.
La pregunta sigue siendo: ¿Qué haría Maes Hughes (WWMHD)? Haría:
- Irrumpir en el despacho de su amigo, sin avisar y con gusto.
- Hablar de su mujer, Gracia.
- Hablar de su hija, Elicia.
- Ofrecer su casa a los amigos necesitados.
- Alimentar a los amigos necesitados.
- Empatía con los amigos necesitados.
- Perseguir a los asesinos.
- Decir directamente lo peligroso que es un enemigo.
- Pasar desapercibido para protegerse a sí mismo, por el bien de su familia.
- Recordar a sus amigos que deberían haberle buscado cuando llegaron a la ciudad.
- Contratar a bibliotecarios para trabajos bien remunerados.
- Saludar a su hija, Elicia, a través de una línea telefónica militar.
- Saludar a su mujer, Gracia, a través de una línea telefónica militar.
- Escuchar cuando sus amigos necesitan hablar de sus problemas.
- Amenazar a los chicos jóvenes con su arma por si intentan algo divertido con su hija, Elicia.
- Investigar de cerca los crímenes genocidas semisecretos de sus compañeros corruptos en el estado militar fascista al que sirve.
- Mientras está herido y sangrando, coge un teléfono para ponerse en contacto con su amigo de confianza y transmitir información que podría destrozar un país, y luego cuelga el teléfono solo para encontrar una línea segura caminando Dios sabe hasta dónde fuera.
- Utiliza su código militar encriptado: «Tío, Sugar, Oliver, luego Ocho, Cero, Cero».
- Reconocer al instante la presencia de una asesina que se hace pasar por amiga y compañera de oficina al notar la ausencia de un lunar bajo su ojo izquierdo.
- Decir las palabras: «Vamos, ten corazón, ¿quieres? Tengo una mujer y una hija esperándome, así que lo último que voy a hacer es morirme encima de ellas».
- Pide perdón a su mujer y a su hija con su último aliento.
- Muere como un héroe.
Al teniente coronel Maes Hughes, un hombre de carácter supremo, le sobreviven su esposa, Gracia, su hija, Elicia, sus compañeros en el Estado Militar Amestriano y en la Oficina de Investigaciones de Ciudad Central, y los innumerables amigos a los que abrió su vida. Fue ascendido al grado de General de Brigada por morir en el cumplimiento del deber. Nunca fue olvidado.