- El 31 de marzo de 1995, la estrella emergente Selena Quintanilla Pérez fue asesinada por Yolanda Saldívar, la fundadora de su club de fans. Selena tenía sólo 23 años.
- Saldívar era una antigua enfermera que dejó su trabajo para fundar el club de fans de Selena, y más tarde dirigió dos de las boutiques de Selena en Texas.
- Hoy en día, Saldívar, de 60 años, cumple cadena perpetua en prisión, y sólo fue retratada brevemente en Selena: la serie de Netflix, donde es interpretada por Natasha Pérez.
En el momento de su muerte, Selena, de 23 años, estaba en una trayectoria que iba a cambiar la industria musical. La primera artista tejana en ganar un Grammy, Selena ya había acumulado una base de fans devotos, del tipo que podía agotar las entradas para los espectáculos en el Astrodome de Houston tres años seguidos. Selena estaba en medio de la grabación de su primer álbum en inglés, que iba a ampliar aún más su popularidad.
Todo ese impulso -y todo lo que significaba para los artistas discográficos latinos- se detuvo terriblemente cuando Saldívar, que entonces tenía 34 años, disparó a la cantante a la salida de un Days Inn en Corpus Christi, Texas.
Desde entonces, el impacto de Selena y su potencial perdido han sido explorados en conciertos de homenaje, aclamadas biopics protagonizadas por Jennifer López, programas de Netflix y especiales de investigación. «Su influencia y relevancia no ha hecho más que crecer a través de las generaciones», dijo Suzette Quintanilla, hermana de Selena, a la NBC.
Si siguiera viva hoy, Selena tendría 49 años. Y por desgracia, la conversación sobre la carrera de Selena está inevitablemente ligada a la historia de su final. La nueva serie de Netflix, Selena: The Series, protagonizada por Christian Serratos como Selena, sólo muestra brevemente a Saldívar, que es interpretada por Natasha Pérez.
Adelante, lo que la serie no muestra sobre la mujer responsable de la muerte del icono.
¿Quién es Yolanda Saldívar?
Mientras Selena estaba viva, Yolanda Saldívar tenía fama de ser su mayor fan. De hecho, desarraigó su vida por Selena.
En 1991, Saldívar fundó el Club de Fans de Selena, y finalmente dejó su trabajo como enfermera para dirigir el club a tiempo completo. En 1994, fue ascendida a dirigir las dos boutiques de Selena en Texas, convirtiéndose esencialmente en una parte de confianza de la vida de Selena. Según una entrevista que Saldívar concedió a 20/20, Selena llegó a llamarla «mamá»
Pero su relación tenía un lado oscuro. Según personas que la conocieron, Saldívar era posesiva -incluso obsesiva- con Selena. «Una mujer que se mudó a un apartamento con Yolanda descubrió que ésta no sólo tenía fotos de Selena en sus paredes: todo el lugar era ‘como un santuario'», dice un artículo de Texas Monthly.
Martín Gómez, diseñador de moda para las boutiques de Selena, compartía oficina con Saldívar, y acabó dejando su trabajo por su comportamiento desquiciado. «Era muy vengativa. Era muy posesiva con Selena. Se enfadaba mucho si te cruzabas con ella. Hacía muchos juegos mentales, decía que la gente había dicho cosas que no habían dicho», dijo Gómez a The Washington Post. «Pasaban muchas cosas con la ropa en la que estaba trabajando. Sabía que había terminado una pieza determinada, pero volvía de un viaje a Nueva York y los dobladillos estaban arrancados. Era muy extraño.»
Pronto, los clientes se quejaron de los pedidos incumplidos. Resulta que, no sólo Saldívar estaba administrando mal las boutiques, sino que probablemente también estaba malversando dinero. Abraham Quintanilla, padre de Selena, encontró pruebas de que Saldívar había robado en las boutiques y en los clubes de fans. La familia Quintanilla se enfrentó a Saldívar por sus acciones el 9 de marzo. ‘Le dije que iba a ir a la policía y hacer una investigación por malversación de fondos’, dijo Abraham a UPI en 1995.
Mientras estaba en la habitación de Saldívar, Selena recibió un disparo en la parte inferior del hombro derecho; su arteria principal fue cortada. Selena huyó de la habitación, con Saldívar corriendo detrás de ella. La mujer señaló a Saldívar como su agresor antes de ir al hospital, donde fue declarada muerta a su llegada.
Saldívar fue detenido tras un enfrentamiento de nueve horas y media con la policía. «No era mi intención hacerlo. No quería matar a nadie», dijo mientras se apuntaba con una pistola a la cabeza, según el L.A. Times.
Saldívar sigue afirmando que disparó a Selena accidentalmente.
A día de hoy, Saldívar mantiene que disparar a Selena fue un accidente. «Ella me dijo: ‘Yolanda, no quiero que te mates’. Abrió la puerta. Cuando le dije que la cerrara, el arma se disparó», dijo Saldívar mientras hablaba con los investigadores de la policía, según el L.A. Times. Saldívar repitió la historia durante su entrevista con 20/20 News.
Saldívar se declaró inocente durante su juicio en octubre de 1995, pero el jurado opinó lo contrario, probablemente dando la razón a Abraham, que creía que su hija había sido asesinada en un crimen pasional. «No fue un accidente», dijo en el programa Primer Impacto de Univsion. «Fue un momento de rabia porque la estaban despidiendo»
Después de deliberar durante dos horas, el jurado de 12 personas condenó a Saldívar por asesinato en primer grado.
Hoy, Saldívar está en prisión.
Saldívar, de 60 años, cumple actualmente su condena de por vida en la Unidad de Mountain View, una prisión de máxima seguridad para mujeres en Gatesville, TX. Podrá optar a la libertad condicional en 2025.
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«Cuando se trata de mi familia y de mí, no nos importa si la liberan hoy», dijo Abraham a Primer Impacto. «Que la dejen ir. Nada traerá a mi hija de vuelta»
La retratan brevemente en Selena: The Series.
Selena: The Series es el nuevo show de Netflix sobre el legado de Selena. Los primeros seis episodios están ambientados en la provincia de la infancia de Selena, en la época en la que era la pieza central de una banda familiar cada vez más popular, Selena y Los Dinos.
En el último episodio de la primera temporada, Abraham (Ricardo Chavira) recibe una llamada de una mujer llamada Yolanda (Natasha Pérez), suplicándole que dirija el club de fans. La familia acepta. Poco saben del papel que ella jugaría en sus vidas. Sin embargo, la música de suspense de fondo confiere a la interacción una innegable sensación de temor.
En la segunda temporada, esperamos ver más de Yolanda.
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