Una lesión muy común a corto plazo que se produce en casi todos los deportes es el winding (también conocido como «que te den por saco»). El fútbol no es una excepción.
La ventosidad es la parálisis temporal (espasmo) del músculo del diafragma. Suele estar causada por un golpe directo en el abdomen o el pecho, una caída sobre la espalda o incluso una caída sobre las nalgas. Puede producirse fácilmente en el terreno de juego cuando se producen choques o un fuerte disparo puede golpear a un jugador en el estómago o el pecho. Aunque puede causar pánico en el deportista y puede parecer traumático, el deportista suele recuperarse sin síntomas.
El jugador siniestrado tendrá un dolor importante y dificultad para respirar. Cuando asista al deportista, lleve sus rodillas hasta el abdomen o hasta una posición de máxima comodidad. Esto puede relajar los músculos abdominales.
Haga que el deportista inhale lentamente por la nariz y exhale por la boca o fomente la respiración diafragmática (se empuja el estómago hacia fuera para hacer que el diafragma descienda mientras se inhala y se tira del estómago hacia dentro mientras se exhala).
Si el deportista con ventosidades sufre de asma, puede requerir cuidados adicionales como su medicación inhalada.
El jugador puede volver a la actividad si su respiración y pulso vuelven a la normalidad y no tiene deformidad o dolor en la zona. Si hay alguna persistencia de los síntomas, eso puede indicar alguna lesión interna grave. Si ese es el caso, busca atención médica.
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