Hannah Barnes
08/06/2020 10:07 am EDT
Randy Travis no tiene hijos propios y según su esposa, Mary, no es porque no los quisiera. En declaraciones a Taste of Country, Mary explicó que la diferencia de edad de Travis con su ex mujer, Lib Hatcher, fue el mayor factor para que el cantante no tuviera hijos. Travis y Hatcher se conocieron en Carolina del Norte cuando Travis era un adolescente y Hatcher dirigía un club de campo.
La pareja, que tenía una diferencia de edad de 16 años, se casó en 1991 y estuvieron juntos durante 19 años antes de divorciarse en 2010. «Él quería tener hijos», dijo Mary. «Creo que su relación con Lib, que era mucho mayor que él y no pudieron, es lo que me explicó… Creo que fue más bien la dinámica de la relación que tuvo durante esos años de maternidad.»
Mary también habló de la crianza de su marido y de las diferentes personalidades de su mamá y su papá, que afectaron de diferentes maneras a Travis a lo largo de su vida. «Su padre era bastante duro», dijo. «Un tipo juerguista, bebía mucho, tenía un temperamento que no se podía templar… no era muy amable en un mal día, decía Randy, pero luego había esos otros días que eran pura magia en la casa y papá era el hombre más amable, gentil y dulce del mundo». Mary añadió que la madre de su marido tenía un «corazón blando», una cualidad que Travis comparte.
«Los niños son muy especiales para Randy y siempre ha tenido un carácter muy… ya sabes, algunas personas son magnéticas hacia los niños y los animales, y Randy siempre fue así de carismático», dijo Mary. «Si un fan tenía un bebé que lloraba, él cogía a ese bebé que lloraba y lo ponía en su regazo, y tal vez era solo esa voz melosa suya, que el bebé le miraba y se callaba y la madre se quedaba en plan ‘Guau, qué maravilla'»
Mary y Travis se casaron en 2015, dos años después de que Travis sufriera un derrame cerebral masivo, del que aún se está recuperando. En una reciente entrevista con Rolling Stone, Mary atribuyó a su fe el haberlos mantenido en pie en los años posteriores y durante la actual pandemia.
«No hay manera de que hubiéramos podido pasar por lo que pasamos sin nuestra fe», dijo. «Estuvimos en el hospital casi seis meses. Hubo momentos en los que Randy estuvo en coma. Sé que él hablaba con Dios, y Dios hablaba con él. Sé que tenían conversaciones. Sé que en el hospital cada noche tenía conversaciones con Dios. No hay manera de superar algo que cambia tanto tu vida en un instante, sin tener esa fe. Nos apoyamos mucho en Dios. Todos los días lo seguimos haciendo. Es como dicen, ‘Por la gracia de Dios, camino’. Eso es exactamente lo que sentimos».