¿Qué es el recambio plasmático automatizado?
El recambio plasmático automatizado es un procedimiento para eliminar el líquido de la sangre (llamado plasma), que puede contener sustancias nocivas, y sustituirlo por líquido sano.
Este proceso, también conocido como plasmaféresis terapéutica, consiste en extraer sangre de un niño enfermo. La sangre se envía a través de una centrifugadora en una máquina de aféresis separadora de células sanguíneas, que separa el plasma de las células sanguíneas restantes. El plasma se desecha, y las células sanguíneas restantes se mezclan con líquidos de sustitución y se devuelven a su hijo.
Si su hijo tiene un trastorno autoinmune o ha recibido un trasplante de órganos, el médico de su hijo puede recomendar la plasmaféresis como parte de su tratamiento a largo plazo.
La plasmaféresis no es una cura para la enfermedad de su hijo. Sin embargo, puede ayudar a su hijo a evitar las complicaciones de su trastorno y a mejorar su calidad de vida.
¿Quién necesita un recambio plasmático automatizado?
El recambio plasmático automatizado puede realizarse en niños y adultos. Se utiliza para tratar algunos trastornos autoinmunes (como el síndrome de Guillain-Barré, la miastenia gravis y el síndrome miasténico de Lambert-Eaton); la esclerosis múltiple; las infecciones y otros problemas en pacientes críticos; y para contrarrestar el proceso de rechazo natural del cuerpo después de un trasplante de órganos.
En el Hospital Infantil de Filadelfia, nuestro Programa de Aféresis pediátrica realiza unos 300 procedimientos de recambio plasmático automatizado al año. Utilizamos principalmente la plasmaféresis para tratar trastornos neurológicos, renales, hematológicos y lipídicos. Trabajamos estrechamente con especialistas en Neurología, Nefrología, Hematología y Cardiología para desarrollar programas de plasmaféresis que se adapten a las necesidades individuales de cada paciente.
¿Cómo se realiza el recambio plasmático automatizado?
Si su hijo es remitido al Programa de Aféresis para el recambio plasmático automatizado, tendrá una evaluación inicial por parte de un equipo de médicos y enfermeras en la Unidad de Aféresis. El equipo de aféresis ya conocerá a su hijo y su estado a través del médico tratante de su hijo.
El día del procedimiento de su hijo, nuestro equipo les recibirá a usted y a su hijo cuando lleguen. Se le dirigirá a un área de pacientes que incluye:
- Una silla o cama reclinable para su hijo
- Una máquina de aféresis de alta tecnología que se adaptará al tamaño de su hijo y al procedimiento
- Sillas para que se siente con su hijo
- Una televisión para distraer y entretener a su hijo
- Síntomas similares a los de la donación de sangre habitual, como náuseas, vómitos, mareos o desmayos
- Problemas relacionados con el anticoagulante, como escalofríos, sabor agrio en la boca, hormigueo alrededor de los labios, calambres musculares, latidos irregulares, o hemorragias prolongadas
- Crujidos, entumecimiento, dolor o infección en el lugar del pinchazo o de la inserción del catéter
- Presión arterial baja o fluctuante
El procedimiento de su hijo será supervisado por médicos certificados por el consejo, y por enfermeras de aféresis experimentadas y personal de Child Life. Al menos un miembro del equipo estará con su hijo en todo momento para proporcionarle comodidad, responder a sus preguntas y garantizar que el procedimiento se desarrolle sin problemas.
Para un intercambio de plasma automatizado, la sangre de su hijo se extraerá mediante una aguja o un catéter. En la mayoría de los casos, los médicos introducen una aguja en ambos brazos de su hijo para extraer la sangre. Algunos niños no tienen muy buenas venas en los brazos. En ese caso, se puede colocar un puerto implantado para extraer la sangre.
Otra forma de extraer la sangre de su hijo es mediante un pequeño tubo (catéter) insertado en una vena de la ingle o de la zona del pecho. Para colocar el catéter, el médico hará un pequeño corte para introducirlo. La piel estará adormecida, por lo que su hijo no debería sentir ningún dolor durante la colocación del catéter.
La sangre que se extraiga a su hijo circulará por una centrifugadora en una máquina separadora de células sanguíneas. La centrifugadora separa el plasma de las otras partes de la sangre (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas). El plasma separado se recoge y se desecha.
Las células sanguíneas restantes se mezclan con fluidos de sustitución (como solución salina o albúmina) o componentes sanguíneos (como plasma fresco congelado), y se devuelven a la vena de su hijo. La sangre y los líquidos se extraen lentamente y se devuelven a su hijo al mismo tiempo, por lo que a su hijo nunca le faltan más de unos pocos gramos cada vez.
Su hijo también recibirá una pequeña cantidad de citrato, un anticoagulante que evitará que la sangre de su hijo se coagule durante el procedimiento.
Un intercambio de plasma automatizado puede tardar de dos a cuatro horas en completarse, dependiendo de la cantidad de plasma que se extraiga. El procedimiento puede repetirse a intervalos regulares bajo la dirección del médico de su hijo y del equipo de aféresis. Dependiendo del estado de su hijo, el recambio plasmático automatizado puede realizarse repetidamente durante muchos años para ayudar a su hijo a llevar una vida más normal.
Riesgos
El recambio plasmático automatizado es un procedimiento seguro, pero pueden producirse efectos secundarios.
Su hijo puede experimentar:
Si su hijo experimenta alguno de estos síntomas, comuníqueselo al equipo médico de su hijo.