¿Qué es un recurso renovable?
Un recurso renovable es aquel que puede utilizarse repetidamente y no se agota porque se repone de forma natural. Un recurso renovable, esencialmente, tiene un suministro interminable como la energía solar, la energía eólica y la presión geotérmica. Otros recursos se consideran renovables aunque haya que dedicar algún tiempo o esfuerzo a su renovación (por ejemplo, la madera, el oxígeno, el cuero y el pescado).
La mayoría de los metales preciosos también son renovables. Aunque los metales preciosos no se sustituyen de forma natural, se pueden reciclar porque no se destruyen durante su extracción y uso.
Puntos clave
- La demanda de recursos renovables aumenta a medida que la población humana sigue creciendo.
- La energía procedente de recursos renovables ejerce menos presión sobre el limitado suministro de combustibles fósiles, que se consideran recursos no renovables.
- Utilizar recursos renovables a gran escala es costoso, y se necesita más investigación para que su uso sea rentable.
Entendiendo los recursos renovables
Un recurso renovable es diferente de un recurso no renovable; un recurso no renovable se agota y no puede recuperarse una vez que se utiliza. A medida que la población humana sigue creciendo, la demanda de recursos renovables aumenta.
Tipos de recursos renovables
Los recursos naturales son una forma de patrimonio, y se conocen como capital natural. El biocombustible, o la energía fabricada a partir de productos orgánicos renovables, ha ganado prevalencia en los últimos años como fuente de energía alternativa a los recursos no renovables como el carbón, el petróleo y el gas natural. Aunque los precios del biocombustible siguen siendo más elevados, algunos expertos prevén que la creciente escasez y las fuerzas de la oferta y la demanda provocarán un aumento de los precios de los combustibles fósiles, lo que hará que el precio del biocombustible sea más competitivo.
Sin embargo, los precios de los combustibles fósiles han tendido a la baja, en parte por los avances tecnológicos en la producción de combustibles fósiles y en parte por la reducción de la demanda durante la pandemia del COVID-19. Los compradores de productos básicos y los responsables políticos tienen que sopesar constantemente las consideraciones de estas influencias a la hora de pronosticar futuros cambios en los precios.
Los tipos de biocombustible incluyen el biodiésel, una alternativa al petróleo, y el diésel verde, que se fabrica a partir de algas y otras plantas. Otros recursos renovables son el oxígeno y la energía solar. El viento y el agua también se utilizan para crear energía renovable. Por ejemplo, los molinos de viento aprovechan la fuerza natural del viento y la convierten en energía.
Impacto global de los recursos renovables
Los recursos renovables se han convertido en un punto central del movimiento ecologista, tanto desde el punto de vista político como económico. La energía obtenida a partir de recursos renovables ejerce mucha menos presión sobre el limitado suministro de combustibles fósiles, que son recursos no renovables. El problema de utilizar recursos renovables a gran escala es que son costosos y, en la mayoría de los casos, se necesita más investigación para que su uso sea rentable.
Adoptar la energía sostenible suele denominarse «volverse verde» debido al impacto positivo en el medio ambiente. Las fuentes de energía como los combustibles fósiles dañan el medio ambiente cuando se queman y contribuyen al calentamiento global. El primer gran acuerdo internacional para frenar las emisiones de dióxido de carbono y el calentamiento global fue el Protocolo de Kioto, firmado en 1997. Además, las potencias mundiales se reunieron en París en 2015 para comprometerse a reducir las emisiones y centrarse en una mayor dependencia de los recursos renovables para la energía.
Hecho rápido
La EIA informa que el consumo de biocombustibles y otras fuentes de energía renovable no hidroeléctrica se duplicó con creces entre 2000 y 2018.
Para fomentar el uso de recursos renovables, hay muchos incentivos diseñados para fomentar el uso de energías alternativas. Por ejemplo, los impuestos sobre la energía imponen un recargo a los combustibles fósiles para que los precios de los recursos renovables sean más competitivos y la gente se sienta más inclinada a utilizar las energías renovables. Los fondos verdes, vehículos de inversión como los fondos de inversión, apoyan a las empresas ecológicas y sostenibles invirtiendo en ellas y ayudando a promover la conciencia medioambiental.
Estos incentivos parecen estar surtiendo efecto. Según la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA), En 2018, la energía renovable proporcionó aproximadamente 11,5 cuatrillones de unidades térmicas británicas (Btu). (Un cuatrillón es 1 seguido de 15 ceros). Esta cantidad de energía representó el 11% del consumo total de energía de EE. UU. El sector de la energía eléctrica consumió alrededor del 56% de la energía renovable de EE. UU. en 2018, y aproximadamente el 17% de la generación de electricidad de EE. UU. provino de fuentes de energía renovable.
Los gobiernos estatales y federales han fomentado un mayor consumo de biocombustibles imponiendo requisitos e incentivos para el uso de energía renovable. La EIA prevé que el consumo de energía renovable en Estados Unidos seguirá aumentando hasta 2050.