Resumen del tema
La sobrealimentación de un bebé a menudo le causa malestar porque no puede digerir toda la leche materna o de fórmula adecuadamente. Cuando se le alimenta demasiado, el bebé también puede tragar aire, lo que puede producir gases, aumentar las molestias en el vientre y provocar el llanto. Un bebé sobrealimentado también puede escupir más de lo habitual y tener heces blandas. Aunque el llanto por incomodidad no es un cólico, puede hacer que el llanto sea más frecuente y más intenso en un bebé que ya tiene cólicos.
Los bebés dan señales durante la alimentación que indican el hambre que tienen. Preste atención a estas señales para ayudar a determinar cuándo su bebé ha comido lo suficiente.
- Un bebé que tiene hambre se agarra al pecho o al biberón y succiona continuamente.
- Un bebé que se está saciando durante una toma hará pausas más largas entre las succiones.
- Un bebé que está lleno se apartará del pecho o del biberón y no querrá succionar.
La cantidad de comida que necesita cada bebé varía. Los bebés pequeños no suelen tomar más leche materna o de fórmula de la que necesitan. En general, su bebé debe parecer sano y feliz y tener un buen tono muscular, una piel sana y un buen color.