Sorprendentes mamás delfín tienen silbatos especiales para sus crías

Las mamás siempre están pendientes de sus hijos. No importa la especie, las mamás tienen diferentes formas de llamar a sus hijos dependiendo de la gravedad de la situación. ¡Todos hemos escuchado a nuestras madres llamarnos por nuestro nombre completo cuando estamos en problemas!
Resulta que las madres de los delfines mulares del Atlántico también tienen diferentes formas de llamar a sus crías, dependiendo de la gravedad de la situación. La razón por la que sabemos esto es porque nuestros entrenadores y biólogos marinos realizaron un experimento para averiguarlo.

Sabíamos que las madres delfín utilizan una señal de socorro si una cría está en peligro, pero no sabíamos si utilizaban otros silbidos o señales en diferentes situaciones no amenazantes. Lo que aprendimos es que las madres de delfines pueden ir a buscar a sus crías, no sólo persiguiéndolas físicamente sino haciéndoles señales acústicas para que regresen.
Muchos conocen nuestros programas de natación con delfines y de interacción con los mismos. Además de nuestros programas y esfuerzos de conservación, también hacemos mucha investigación.
Queríamos compartir nuestro estudio con ustedes en un esfuerzo por ayudarles a aprender más sobre los delfines mulares del Atlántico. El estudio que realizamos demuestra la comunicación entre los delfines madre y sus crías.

Vamos, mamá nos llama: Las madres de los delfines mulares del Atlántico utilizan señales acústicas individualmente distintivas para llamar a sus crías

Las señales acústicas son un aspecto importante de la vida de un delfín joven. Por ejemplo, las madres del delfín mular del Atlántico (Tursipos truncatus) pueden usar un silbido de auxilio para advertir a una cría errante que regrese. Sin embargo, el uso materno de llamadas no urgentes para mantener la proximidad a una cría no ha sido investigado sistemáticamente. Dado que algunas situaciones son más precarias que otras, es probable que las madres de delfines utilicen una variedad de señales para comunicarse con sus crías.

En este estudio, se entrenó a tres delfines madre para que produjeran a sus crías, una respuesta exitosa que resultó en que tanto la madre como la cría aparecieran conjuntamente frente a su entrenador. Las pruebas tuvieron lugar cuando una cría estaba separada de su madre a una distancia de al menos cinco metros durante una sesión de entrenamiento.

Se pidió a la madre que produjera a su cría, un contexto que parecía no ser urgente ni amenazante para ambos animales. Dentro del contexto, las madres empezaron a producir espontáneamente llamadas acústicas que dieron lugar al regreso de su cría. Aunque las madres estaban entrenadas para producir a sus crías, no estaban entrenadas para hacerlo acústicamente y podrían haber optado por recuperar físicamente a su cría en la situación de prueba. La elección espontánea de la madre de una señal acústica sugiere que tales señales son una forma importante y eficiente de comunicación entre los delfines.
En todos los casos, sólo la cría apropiada respondió a las llamadas de su madre, incluso cuando un hermano mayor y otras crías estaban en las cercanías. Estos resultados sugieren que: (1) las madres de los delfines utilizan llamadas distintas para solicitar el regreso de una cría específica, (2) otros delfines (incluyendo otras crías) pueden distinguir dichas llamadas, y (3) las llamadas acústicas no urgentes juegan un papel importante en la proximidad y el cuidado de las crías.

Introducción

Las madres de los delfines y las crías deben ser capaces de comunicarse si las crías han de sobrevivir.
La comunicación puede tomar varias formas, incluyendo señales táctiles y acústicas.
Las madres pueden usar silbatos para mantener el contacto con sus crías o avisar a una cría errante para que regrese.
Las madres también pueden arrear físicamente y disciplinar a sus crías.
El presente estudio se centró en los comportamientos de las madres cuando un entrenador les pidió que sacaran a su cría.

Método

En el estudio participaron tres delfines hembra adultos y sus tres crías dependientes.
– Ding (hembra de ~35 años), madre de BB (hembra, nacida el 13 de septiembre de 2011)
– Squirt (hembra de ~27 años); madre de Lotus (hembra; nacida el 27 de agosto de 2009)
-Sarah (hembra de ~25 años); madre de Grace (hembra; nacida el 11 de julio de 2008)
Cada hembra adulta había sido entrenada previamente para producir sus crías cuando se lo pedía un entrenador.

Inicialmente, cada madre recuperaba a su cría arreándola físicamente. Sin embargo, las madres sustituyeron rápidamente la recuperación física por una llamada acústica, el resultado fue que las madres podían producir sus terneros sin dejar el entrenador.

Las madres y los terneros fueron emparejados juntos durante un mínimo de dos minutos para cada ensayo. A continuación, se indicaba a la cría que abandonara su puesto, se la enviaba a otro lugar o se la dejaba sola. Después de que la cría se marchara y estuviera al menos a 5 m de la madre, se pedía a la madre que recuperara a la cría.

El comportamiento de la madre y la cría fue registrado para cada rastro por un observador que también anotó los momentos en los que se pedía a la madre que recuperara a su cría. Los datos acústicos se registraron con un único hidrófono (15Hz-20kHz+/-3db) que se colocó a 1m de la madre. Los datos acústicos fueron analizados utilizando Raven.

Resultados

Las madres fueron mucho más propensas a utilizar señales acústicas energéticamente menos costosas que las recuperaciones físicas para adquirir a sus crías durante los ensayos de prueba.
Cada madre producía llamadas individuales distintivas que incorporaban el silbido característico de la madre pero a menudo también incluían silbidos y clics adicionales
Además, sólo la cría correcta respondía a la llamada de la madre.

Conclusión

Los delfines fueron reforzados por producir sus crías, no por la manera en que lo hicieron. Si su comportamiento fuera simplemente un artefacto de algún escenario de entrenamiento, el hecho de que primero se les reforzara por recuperar físicamente a sus crías debería haber resultado en recuperaciones físicas más frecuentes. Pero ese no fue el caso.

El uso por parte de las madres de delfines de llamadas individualmente distintivas para solicitar el regreso de una cría es consistente con la noción de que otros delfines pueden distinguir tales llamadas y proporciona un apoyo adicional a la noción de que la comunicación de los delfines es flexible en lugar de fija

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