Para ser un fumador de nivel superior, necesitas sacar el máximo provecho de tu alijo. La sostenibilidad de la resina consiste en guardar los restos útiles de tu hierba.
El punto de partida para la verdadera sostenibilidad de la resina es recordar las «Tres Reglas del Cuenco de Vidrio»:
- Preservar la resina.
- Conseguir colocarse.
- Ahorrar dinero.
Aquí se explica cómo poner en práctica esas reglas.
Sostenibilidad de la resina: Una introducción
En serio, la razón principal para sacar todo ese lodo oscuro y ceniciento de tus cuencos y pipas de cristal es que no quieres que esa cosa pegajosa arruine una porción verde fresca con atascos y grumos marrones.
Pero no lo tires sin más. Esa m*erda es valiosa, y la sostenibilidad de la resina te ayuda a obtener el máximo valor de hasta la última gota pegajosa de resina sobrante. A largo plazo, esto te permitirá fumar más hierba a un menor coste.
Así que limpia esa pipa!
Dado que la resina en otros lugares es una molestia – matando a los blunts en todo el mundo desde que los blunts eran una cosa – vamos a centrarnos exclusivamente en raspar la resina sobrante de tus cuencos de vidrio y pipas de cerámica antes de que se desperdicie.
Limpiando tu pieza y guardando la resina sobrante, puedes fumar esa sustancia rica en CBD entre compras, o cuando se te esté acabando. También puedes disfrutar de mejores cosechas cuando puedas permitirte conseguir más cogollos reales.
Hay una forma sencilla de limpiar la resina de un canuto: una olla de agua hirviendo. Con algunos artículos domésticos como un par de pinzas, un cuchillo, un clip y papel de cuaderno, también puedes limpiar tu cazoleta.
Después de una buena limpieza de la pipa, prepárate para derrochar algunas caladas con los posos que han salido al fregar el canal interior de tu pieza favorita, antes ensuciada.
Parece asqueroso, pero cuando no tienes dinero, o eres demasiado vago o estás colocado para conseguir hierba, un suave golpe de resina es suficiente para saciar la sed de cogollos.
Limpiar tu pipa para obtener resina
Paso 1: Hervir agua
Primero, pon a hervir cuatro tazas de agua en una olla pequeña. Cuando llegue a ebullición, coloca con cuidado tu cazo de cristal vaciado en el agua. Para evitar que la pipa se rompa, utilice unas pinzas para sumergirla suavemente bajo la superficie del agua y luego bájela.
Paso 2: Mueva la pipa para aflojar la resina
Mientras el agua está hirviendo, utilice las pinzas para agitar la pipa en el agua hirviendo. De nuevo, sé suave con ella y asegúrate de no golpearla contra las paredes de la olla.
A medida que muevas la pipa, los grumos negros de resina empezarán a desprenderse. El agua se oscurecerá a medida que esos grumos negros del interior de la pipa se desprendan.
Continúe agitando la cazoleta en el agua caliente de cinco a siete minutos, dependiendo de la densidad de su cazoleta. (¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que la limpiaste? Deja que eso te sirva de guía.
Paso 3: Recuperar la resina
Cuando hayas desalojado toda la resina que creas que puedes, sácala del agua hirviendo. Cuando el agua se haya enfriado, viértela con cuidado a través de un colador de malla fina. Recoge la resina que haya quedado.
Ahora es el momento de volver a prestar atención a la pipa. Mientras se enfría, despliega un clip para que puedas raspar el interior de la cazoleta y la cámara.
Inserta el extremo del clip en la cazoleta o el carburador y saca la resina repetidamente. Pasa el clip pegajoso lleno de resina por un trozo de papel y deja que los grumos se sequen por completo.
Paso 4: Dejar secar y colocarse
Una vez que la resina se haya secado lo suficiente como para ser pegajosa al tacto y ya no esté húmeda, empaqueta los grumos en tu cazoleta. Enciéndelo y ponte a calentar.
Y luego difunde el evangelio de la sostenibilidad de la resina a todos tus cogollos que sufren punzadas por un alijo escaso.
Consejo profesional: Si buscas otra forma de exprimir al máximo tu alijo, no olvides limpiar tu grinder para poder darle un buen uso a tu pequeño alijo de kief.