Presión arterial alta vs. baja
La hipertensión, o presión arterial alta, se produce cuando la presión arterial de su perro es continuamente más alta de lo normal. Puede afectar a su corazón, riñones, ojos y sistema nervioso.
La presión arterial alta puede ser el resultado de otras enfermedades, en cuyo caso se llama hipertensión secundaria, o puede ser el problema principal en sí mismo: la hipertensión primaria.
La hipotensión, o presión arterial baja, puede ser un problema continuo o un problema a corto plazo causado por un shock, que conduce a la debilidad, el letargo y los desmayos.
La presión arterial baja también puede aparecer en perros muy activos y en forma, como los Border Collie de trabajo y los Huskies siberianos. En este caso, no se ve como un problema – más bien es un indicador de su máxima condición física.
La hipertensión en los perros
Los estudios han encontrado que entre el 0,5% y el 10% de los perros sufren de hipertensión, con edades que van desde los dos a los 14 años.
Aunque las causas de la hipertensión primaria son desconocidas, la investigación sugiere que podría ser hereditaria. La hipertensión secundaria es mucho más común y representa alrededor del 80% de todos los casos de hipertensión. Puede estar causada por diversos factores, como enfermedades renales, obesidad, problemas hormonales e hipertiroidismo. La diabetes también puede causar presión arterial alta, aunque esto es raro en los perros.
Los síntomas de la presión arterial alta en los perros incluyen:
- convulsiones
- desorientación
- ceguera
- debilidad
- soplo cardíaco
- sangrado por la nariz.
- Alejamiento
- Debilidad
- Desmayo o colapso
- Encías pálidas o blancas
- Confusión
- Mear en exceso
- Aumentar la sed.
- Vacunas de refuerzo anuales
- Protección completa contra pulgas, gusanos y garrapatas durante el año
- Una revisión de la salud de la nariz a la cola cada seis meses.
Si tu perro muestra alguno de los síntomas anteriores, debes acudir al veterinario lo antes posible. Su veterinario le hará varias pruebas de presión arterial utilizando un manguito inflable -similar al que se utiliza en los seres humanos- alrededor de la pata o la cola.
Si su perro tiene una presión arterial alta secundaria, el tratamiento de la enfermedad o dolencia subyacente hará que su presión arterial vuelva a los niveles normales. Si esto no es posible, su perro necesitará medicación para controlar la condición indefinidamente. Alimentarlo con comida baja en sodio también puede ayudar a controlarla.
La presión arterial de su perro tendrá que ser controlada regularmente y pueden ser necesarias pruebas de laboratorio para medir su reacción a la medicación.
La presión arterial baja en los perros
La presión arterial baja puede ser causada por un accidente o una lesión que provoque una pérdida significativa de sangre, debido a que hay menos sangre en su sistema.
Varios problemas de salud también pueden conducir a la presión arterial baja, incluyendo problemas de corazón, hígado o riñón, anemia o un recuento bajo de glóbulos rojos. La negligencia a largo plazo, la desnutrición y la deshidratación también pueden contribuir a la hipotensión.
Uno de los efectos más comunes de la presión arterial baja es que los órganos principales no reciben suficiente oxígeno y nutrientes, lo que hace que se debiliten, se dañen y, en casos raros, fallen.
Los síntomas de la presión arterial baja incluyen:
Dado que la hipotensión suele ser el resultado de una lesión o traumatismo crítico, se necesita atención de emergencia inmediata.
Diagnosticar la causa de la hipotensión es relativamente sencillo, y tratar la causa subyacente ayuda a que sus niveles de presión arterial vuelvan a la normalidad. En general, no es habitual que un veterinario proporcione medicación o tratamiento para la presión arterial baja como un problema independiente.
Control de la presión arterial con el Plan de Salud Medivet
A medida que tu perro envejece, es mucho más probable que experimente problemas con su presión arterial. Por eso, nuestro Plan de Salud Medivet ofrece controles de presión arterial dos veces al año para perros mayores de ocho años. Esto puede ayudar a identificar cualquier problema subyacente tan pronto como sea posible, manteniendo a su perro feliz y saludable en los próximos años.
Nuestros planes a medida también incluyen:
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