El trastorno bipolar es una enfermedad mental que provoca cambios extremos en el estado de ánimo, el comportamiento, la atención y el nivel de energía. Estos cambios pueden dar lugar a un subidón, conocido como episodio maníaco, o a un bajón, conocido como episodio depresivo. Los síntomas del trastorno bipolar suelen aparecer al principio de la edad adulta, alrededor de los 25 años, pero los síntomas también pueden desarrollarse en la infancia o en la adolescencia.1
Debido a que los adolescentes experimentan cambios en todas las áreas de la vida, incluidos sus cerebros y cuerpos, puede ser difícil saber si los cambios de humor son un rito típico de paso o un signo de algo más preocupante. Si alguno de los padres ha padecido una enfermedad mental, o si un adolescente ha sufrido un trauma o un estrés extremo en su vida, puede correr un mayor riesgo de padecer un trastorno del estado de ánimo. Los siguientes son signos de episodios del estado de ánimo que podrían indicar la presencia de un trastorno bipolar:2
Síntomas de un episodio maníaco
- Estado de ánimo elevado o irritable
- Aumento de la energía
- Actuar de forma tonta de manera inusual
- Rápido para enfadarse o irritarse
- Comportamientos arriesgados comportamientos como el consumo de sustancias o la promiscuidad sexual
- dificultad para concentrarse
- necesidad de dormir menos
- hablar rápidamente y cambiar de tema con frecuencia
- sentido de autoestima
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- Estado de ánimo deprimido o irritable
- disminución del placer en las actividades favoritas
- Cambios en la alimentación
- Cambios en el sueño
- falta de energía
- quejas de dolor de cabeza o de estómago
- pensar en la muerte o en el suicidio
La gente suele asociar la depresión con la tristeza y la manía con un estado de ánimo elevado. Sin embargo, a veces los niños y los adolescentes muestran un estado de ánimo irritable cuando están deprimidos o maníacos.3 Es importante que hable con el pediatra de su hijo o con otro profesional de la salud mental si tiene alguna preocupación. Los síntomas pueden estar relacionados con otras afecciones, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, la depresión mayor, el consumo de sustancias u otras dolencias físicas.
Debido a que los síntomas pueden ser muy perturbadores para la vida en el hogar, la vida escolar y otras relaciones, el tratamiento temprano es clave para ayudar a su hijo adolescente a encontrar una rutina estable y saludable para controlar los síntomas. El tratamiento temprano también puede reducir el riesgo de consumo de sustancias o comportamientos suicidas entre las personas con el trastorno.
Opciones de tratamiento
El tratamiento para los adolescentes con trastorno bipolar suele implicar una combinación de medicación y terapia.
La medicación puede incluir una combinación de fármacos, que pueden incluir antidepresivos, estabilizadores del estado de ánimo, antipsicóticos y/o ansiolíticos. Tenga paciencia, ya que pueden ser necesarios varios intentos antes de que su adolescente encuentre la medicación adecuada con el menor número de efectos secundarios. Debido a que existe un mayor riesgo de pensamientos suicidas para los jóvenes que toman antidepresivos, anime a su adolescente a compartir con usted, su médico o su consejero escolar si experimenta este pensamiento.4
La terapia puede ser una parte importante del tratamiento para el trastorno bipolar. Para ser un adulto exitoso, su adolescente tendrá que aprender a lidiar con los síntomas, manejar su medicación, desarrollar hábitos saludables y navegar por los riesgos del abuso de sustancias y otros comportamientos. La terapia también puede ayudar a un adolescente a aprender a desafiar los pensamientos negativos, fomentar una mayor autoestima y también simplemente proporcionar un lugar seguro para que se sienta escuchado y exprese sus preocupaciones.
El apoyo escolar puede ser vital para una transición exitosa a la edad adulta. Recurra a los consejeros escolares para obtener un apoyo adicional y consulte con ellos si un Programa de Educación Individualizada podría ser lo mejor para su hijo adolescente.5 Si su hijo adolescente está en la universidad, anímelo a conectarse con los recursos de salud mental de la escuela y con la oficina de servicios para discapacitados para obtener un apoyo adicional.
El apoyo en caso de crisis puede ser necesario si su hijo está experimentando un alto o bajo extremo. Puede llamar al 911, ayudarles a ir a una sala de emergencias o llamar a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio en el 1-800-273-TALK (8255) o a su número TTY en el 1-800-799-4TTY (4889).
¿Cómo puedo apoyar a mi hijo adolescente?
El apoyo y los comentarios de los padres pueden ayudar a los profesionales a evaluar la eficacia de las intervenciones de medicación y terapia. Ayude a su hijo a llevar un registro de sus estados de ánimo y de los síntomas que deberá comunicar en su próxima cita. Anímele a utilizar su propia creatividad y autoconocimiento para generar estrategias que le permitan manejar los síntomas de forma eficaz. Además, no olvide cuidar de sí mismo. Los grupos de apoyo entre pares, el asesoramiento individual y el asesoramiento familiar pueden ser útiles para los padres de adolescentes con enfermedades mentales. Cuanto menos ansioso esté usted, más se sentirá su hijo para responsabilizarse de su salud mental y física.
El trastorno bipolar es tratable y manejable. Qué medidas puede tomar hoy para apoyar a su hijo adolescente en su camino hacia una buena salud mental?