El término «trastorno del desarrollo» o «discapacidad del desarrollo» significa una discapacidad grave y crónica de un individuo que:
- es atribuible a una deficiencia mental o física, o a una combinación de deficiencia mental y física
- se manifiesta antes de que el individuo cumpla 22 años
- es probable que continúe indefinidamente
- resulta en limitaciones funcionales sustanciales en tres o más de las siguientes áreas de actividad vital principal:
- cuidado personal
- lenguaje receptivo y expresivo
- aprendizaje
- movilidad
- autodirección
- capacidad para la vida independiente
- suficiencia económica
- refleja la necesidad del individuo de una combinación y secuencia de servicios especiales interdisciplinarios o genéricos, apoyos individualizados u otras formas de asistencia que sean de por vida o de larga duración y que estén planificadas y coordinadas individualmente.
- Anomalías cromosómicas
- Trastornos genéticos o congénitos
- Defectos sensoriales graves, incluyendo la audición y la visión
- Errores innatos del metabolismo
- Trastornos que reflejan una alteración del desarrollo del sistema nervioso
- Infecciones congénitas
- Trastornos secundarios a la exposición a sustancias tóxicas, incluyendo el síndrome de alcoholismo fetal.
- Retraso del lenguaje
- Retraso motor
- Retraso global
- Niños y adultos con trastornos por déficit de atención
- Centro Nacional de Información para Niños y Jóvenes con Discapacidades
- Discapacidades de Aprendizaje – LD Online
- Ruta de conocimiento de los niños con necesidades especiales de atención sanitaria
- Asociación Americana de Psicología
- Asociación Nacional de Daños Cerebrales
- Consejo de Discapacidades del Desarrollo de Maryland
- Centro de Estudios del Comportamiento de Cambridge
*Según la definición de la Ley de Asistencia a las Discapacidades del Desarrollo y Declaración de Derechos de 2000, Ley Pública 106-402.
Retraso del desarrollo:
El retraso del desarrollo se define como el incumplimiento de los hitos de desarrollo esperados en una o más de las siguientes áreas: física, social, emocional, intelectual, habla y lenguaje y/o desarrollo adaptativo (a veces llamado habilidades de autoayuda, que incluyen vestirse, ir al baño, alimentarse, etc).
Estos retrasos se diagnostican cuando un niño rinde aproximadamente entre un 25 y un 30 por ciento por debajo de las normas de su edad en una o más de estas áreas (con ajuste por prematuridad en los niños afectados). El progreso se produce a un ritmo más lento de lo esperado siguiendo la secuencia prevista. Existen varias causas médicas y ambientales.
Algunos ejemplos de trastornos físicos o mentales que pueden provocar un retraso en el desarrollo son:
La verificación del retraso se obtiene a través de un proceso de evaluación, que incluye al menos tres de los siguientes elementos: opinión clínica informada que incluya una evaluación observacional, prueba(s) de desarrollo estandarizada(s), inventario de desarrollo, lista de comprobación de la conducta, medida de la conducta adaptativa y entrevista a los padres. El retraso en el desarrollo puede ocurrir temporalmente, o puede ser a largo plazo y nunca resolverse completamente.