Tratamiento con clindamicina para Chlamydia trachomatis en mujeres

La población de este estudio consistió en 4013 mujeres sexualmente activas atendidas por planificación familiar. El cultivo para Chlamydia trachomatis arrojó una tasa de aislamiento del 6,1%. Las mujeres de entre 16 y 25 años representaron el 81,7% de las infecciones por C. trachomatis, mientras que las menores de 16 años y las mayores de 35 sólo representaron el 2,4% de las infecciones. De los 246 pacientes cuyos cultivos fueron positivos para C. trachomatis, 159 (65%) eran asintomáticos. La incidencia de C. trachomatis fue del 11,2% entre los que presentaban síntomas, pero sólo del 6,4% entre el grupo asintomático. Entre los 63 pacientes con Neisseria gonorrhoeae (que fueron excluidos del estudio), 26 (41,3%) también estaban infectados por C. trachomatis. No hubo fracasos microbiológicos con eritromicina o clindamicina. De los 56 pacientes que se inscribieron en el brazo de clindamicina del protocolo, 48 (85,7%) completaron la terapia y experimentaron curaciones microbiológicas y clínicas. En cambio, el tratamiento con eritromicina sólo lo completaron 25 de las 57 mujeres (43,9%) inscritas. El número de fracasos por efectos secundarios de la eritromicina fue de 22 de 57 (38,6%). Esta cifra es más de cinco veces superior al número de fracasos por efectos secundarios de la clindamicina (4 de 56, o 7,1%).

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