Parece que «Deep Blue» el gran tiburón blanco tiene un retador en la división de los pesos pesados pelágicos. Este alucinante pez luna (Mola mola) fue encontrado por el fotógrafo Miguel Pereira en la costa de Portugal.
Los ejemplares más grandes alcanzan los 4,2 metros (14 pies) de aleta a aleta y pesan más de 2,26 toneladas (5.000 libras). Se trata de una especie verdaderamente cosmopolita que puede encontrarse en todo el mundo, pero como pasa toda su vida en el océano abierto, los encuentros de este tipo son escasos. «Fue quizás el momento más espectacular que he tenido en todo el buceo que he hecho», recuerda Aleixo.
Tenemos que aplaudir a los buceadores por resistir (en su mayoría) el impulso de tocar a los peces. No sólo se considera acoso a la fauna, sino que además se sabe que los peces sin escamas albergan más de 40 parásitos diferentes. De hecho, ¡algunos de sus parásitos incluso tienen sus propios parásitos!
Una sola hembra de pez luna puede producir hasta 300 millones de huevos por cría, lo que sitúa a la especie en el Libro Guinness de los Récords. Al nacer, las crías se parecen muy poco a sus homólogos adultos, pero con el tiempo, el «clavus» (ese gran apéndice en forma de timón que se ve en el vídeo) se forma a partir de los rayos de las aletas. Al igual que su primo el pez globo, el Mola mola no tiene dientes. Un pico fusionado les ayuda a romper las jaleas y otras presas pequeñas en trozos, que luego son picados por placas similares a garras en sus gargantas.
Imagen de cabecera superior: Miguel Aleixo