Álamo amarillo (Liriodendron tulipifera)
El álamo amarillo también se llama «árbol tulipán» por sus hojas en forma de flor de tulipán. Es uno de los árboles más altos (¡hasta 120 pies!) y más característicos de las frondosas del este de Norteamérica. Su tronco largo y recto como una flecha, que puede tener entre 60 y 60 centímetros de diámetro, se eleva hasta una pequeña corona oblonga de ramas y follaje. Estos árboles altos y rectos se erigen como pilares de apoyo para el propio bosque.
Corteza y hojas
La corteza de un álamo amarillo maduro es de color gris oscuro y está profundamente surcada por largas y ásperas crestas interconectadas que están separadas por fisuras de color gris más claro. Las hojas tienen entre 10 y 15 centímetros de diámetro, con cuatro lóbulos dentados en forma de «flor de tulipán». Las hojas están unidas a sus ramitas y ramas por pecíolos largos (de cinco a seis pulgadas) que permiten que las hojas giren muy libremente incluso con brisas muy ligeras.
Flores
El álamo amarillo florece a principios de la primavera (de finales de abril a principios de mayo en el Camino Natural). Las flores son grandes, con forma de copa y vistosas, con seis pétalos de color amarillo verdoso y naranja. Se encuentran en los extremos de las ramas frondosas en lo alto de la copa del árbol (¡a menudo hay que usar prismáticos para verlas!). Estas hermosas flores son polinizadas especialmente por las abejas melíferas. Los frutos que se forman a partir de estas flores polinizadas son masas en forma de cono de muchas samaras (semillas con «alas» para ayudar a su dispersión) de una pulgada a una pulgada y media. Estas samaras comienzan a desprenderse en otoño y siguen cayendo al suelo del bosque durante el invierno.
Las plántulas de chopo que se forman a partir de estas samaras no crecen bien en las condiciones de sombra del suelo del bosque. Sin embargo, cuando se forman huecos soleados en el dosel, estas plántulas crecen a un ritmo increíble. Sólo se necesitan cincuenta años, por ejemplo, para que un álamo amarillo alcance su altura máxima de 120 pies.
Madera de álamo y longevidad
La madera blanda del álamo amarillo lo convierte en un árbol muy valioso para la fabricación de muebles, juguetes e instrumentos musicales, pero también limita la longevidad y la supervivencia de los árboles individuales y contribuye a un rápido ciclo de formación de huecos de sol. Los troncos de los álamos amarillos se rompen fácilmente con los vientos fuertes. Hay muchos ejemplos de álamos amarillos rotos y caídos a lo largo del Camino Natural. Este proceso de rotura por el viento abre huecos soleados en el dosel para las nuevas plántulas de álamo amarillo. Un bosque de álamos amarillos se encuentra en un proceso casi continuo de destrucción dinámica y rápido rebrote.
El álamo amarillo se encuentra más típicamente en bosques mixtos de frondosas (entremezclado con robles, nogales, hayas americanas, arces, cerezos negros y tilos) pero también se encuentra en asociación con una serie de coníferas (incluyendo el pino blanco y la cicuta). La clave de la persistencia del álamo amarillo en estas asociaciones forestales no es la permanencia de los árboles individuales, sino la rapidez y robustez de su rebrote y sustitución.