Una de las mejores cosas es comer una pizza caliente con todo su queso y cobertura derritiéndose simultáneamente en la boca. La sensación es muy fuerte cuando se da un mordisco a la pizza y todos los deliciosos y apetitosos ingredientes, la mozzarella y el cheddar se derriten dentro de la boca. En realidad, la mayoría de la gente prefiere comer pizzas calientes, ya que es el momento principal en el que se puede saborear cada componente de la pizza. Es difícil mantener una pizza caliente durante más tiempo, ya que se enfría y acaba perdiendo el sabor. El horno de pizza comercial mantiene la pizza caliente durante mucho tiempo. A continuación se enumeran los cinco mejores métodos que debe probar para mantener su pizza caliente durante mucho tiempo:
Envolver dentro de papel de aluminio:
Es un buen método utilizar papel de aluminio para mantener la pizza caliente y se mantiene caliente durante unas tres o cuatro horas cuando se envuelve dentro del papel. En primer lugar, coge papel de aluminio de la tienda y envuelve la pizza dentro de él. En caso de que la pizza esté fría, debes calentarla a una temperatura adecuada durante unos minutos antes de envolverla. De esta manera, la pizza se calienta, sin embargo, no se quema y conserva su sabor único.
Utilizar bolsas aislantes:
Para aquellas personas que son amantes de la pizza y les encanta comer pizzas calientes sobre la marcha, entonces el uso de bolsas aislantes para mantener las pizzas calientes es un enfoque eficiente y barato. Estas bolsas se pueden utilizar para mantener cualquier tipo de comida caliente para diferentes ocasiones, reuniones, comidas y cenas. Son fáciles de usar, ahorran espacio y están hechas de materiales impermeables. Por lo tanto, no hay riesgo para la seguridad y la protección de los alimentos. Estas bolsas mantienen siempre calientes los alimentos calientes y fríos los productos durante un amplio periodo de tiempo.
Utiliza el horno para mantener caliente la pizza:
En caso de que no te interese comer la pizza en el momento en que recibes el envío pero quieras mantenerla caliente, para poder comerla en otro momento, debes colocarla en el horno a una temperatura relativamente baja. Ajuste la temperatura del horno en torno a los 18⁰⁰F y coloque la pizza dentro del horno embalada en su caja. El calor producido por la baja temperatura proporciona un entorno similar al del horno dentro de la caja de la pizza. Esta estrategia evita que la pizza se cocine en exceso y, del mismo modo, evita que se humedezca.
Transforma tu caja fría en calentadora:
Tu nevera puede utilizarse fácilmente para mantener la pizza caliente. Coge unos cuantos ladrillos, cúbrelos con papel de aluminio y caliéntalos durante quince minutos a alta temperatura. Coloca un poco de papel en la base de la nevera, pon los ladrillos encima, y luego coloca tu pizza caliente adecuadamente. Por último, cúbrelos con una toalla para aislarlos.
Usando la sartén:
Toma una sartén antiadherente, colócala a fuego alto, y luego coloca la pizza dentro de esta sartén. Ahora caliéntala durante al menos dos minutos, para que la corteza quede crujiente pero no demasiado hecha. A continuación, coloca la tapa y mantén la sartén cerrada. Esto permite que la salsa se caliente y derrita el queso mientras se mantiene una corteza de pizza crujiente.