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Tras varios días de rumores y un intento de última hora de los promotores locales por salvarlo, el Teatro Trocadero de Filadelfia -que forma parte del horizonte del entretenimiento de la ciudad desde 1870- cerrará a finales de mayo, según confirma su propietaria, Joanna Pang, a Variety.
El último de los locales independientes de tamaño medio de la ciudad, el palacio de espectáculos de Chinatown, con capacidad para 1.200 personas, era uno de los favoritos de los artistas de rock y rap desde los años 90, con una historia de burlesque que se remonta a muchas décadas atrás.
«El Troc ha sido una experiencia increíble, y estamos orgullosos de lo que hemos hecho durante los últimos 20 años, no sólo con respecto a la escena musical local y nacional, sino también más allá», dice Pang a Variety. «Éramos una sala independiente que podía acoger y perseguir todos los aspectos del multiculturalismo, desde artistas drag hasta bailes de zombis y eventos LGBTQ. Nos dedicábamos a acoger todas las escenas artísticas, y estoy orgulloso de ello. Pero ya es hora».
Pang -hija de Stephen Pang, que compró el Troc en 1979 y lo gestionó como cine de temática china hasta principios de los 80- dice que cerrar el local es casi como perder a un miembro de la familia.
«Este era mi hogar», dijo. «Pero el panorama del negocio ha cambiado en los últimos cinco años. Ahora es más difícil ser un local independiente, es un mundo diferente. Hay salas más grandes gestionadas por grandes empresas de conciertos», señala. Aunque no las nombra, la ciudad ha visto cómo el gigante Live Nation ha abierto recientemente salas como The Met Philadelphia y The Fillmore Philadelphia, y cómo AEG/Bowery Presents ha adquirido la antigua propiedad de Electric Factory para su Franklin Music Hall. Además, en la última década, salas de tamaño similar como World Café Live y Union Transfer han ofrecido a los aficionados una alternativa más brillante a la destartalada grandeza victoriana del Troc.
«Es triste por muchas razones», dijo David Kisleiko, de Dave Kiss Presents, que regularmente organiza espectáculos en el escenario principal del Troc y en su bar del balcón superior. Su concierto de Stabbing Westward el 31 de marzo es el último espectáculo de Kiss en el Trocadero.
«La parte difícil de cerrar con espectáculos en el calendario es que estos conciertos todavía tienen que ocurrir, y como promotor tengo que luchar para encontrar un nuevo lugar», dice Kisleiko, cuyos recientes espectáculos en el Troc incluyen conciertos con Giorgio Moroder, Helmet y Low Cut Connie. «Los artistas de primera categoría como los míos requieren un cierto calibre de producción, que el Troc se permitía». También señala que, sin el Troc, las contrataciones independientes en Filadelfia serán más difíciles para promotores como él («porque hay un local menos que reservar») y para el público que busque más allá de las grandes agencias de contratación de conciertos.
«Qué putada», dice el pianista y cantante de Low Cut Connie, Adam Weiner, que dice que el Troc es su local favorito. «He tenido algunas noches mágicas allí. Rodamos allí el vídeo de Low Cut Connie para ‘Revolution Rock n’ Roll’, y la sala daba a todo el vídeo un ambiente sórdido, pero de corazón abierto: puro rock and roll. La primera vez que toqué allí como solista fue hace muchos años, y hace apenas tres meses elegimos el Troc para nuestro espectáculo de Nochevieja. Es una sala de Filadelfia muy sucia y con mucho ambiente, y me encantó. Me entristece que se vaya».
Mucho del encanto sórdido del que habla Weiner proviene de la larga trayectoria del Troc como local de vodevil y burlescos, que fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos en 1973. Inaugurado como Arch Street Opera House en 1870, fue rebautizado como Trocadero en 1896 y se convirtió en el hogar de vodeviles de la época de la Depresión, como W.C. Fields, y de bailarinas de striptease, como Blaze Starr.
Más recientemente, el local ha acogido espectáculos de Bob Dylan, Guns N’ Roses, Neil Young, De La Soul, Beck y Kacey Musgraves, así como muchos eventos de música de baile. Hubo espectáculos de drags del decano del centro de Manhattan, Needles Jones, y del equipo de RuPaul’s Drag Race.
«Echaré de menos toda la historia de este lugar», dice Pang, que planea vender el Trocadero después de los últimos espectáculos de mayo, aunque promete una serie de conciertos de clausura de grandes nombres y un final con la vanguardista Big Mess Orchestra de Filadelfia, el primer acto que tocará en el Troc bajo la propiedad de Joanna Pang.
«Vamos a salir con una explosión, al gran estilo del Troc».