Aunque los gatos serval no están incluidos en la legislación provincial sobre especies exóticas controladas, eso no significa que deban tenerse como animales domésticos. Originarios de muchas partes de África, los gatos servales recorren las sabanas y los humedales en busca de presas. La mejor manera de ver uno es siempre en la naturaleza
Estos gatos salvajes no son mucho más grandes que un perro de tamaño medio, pero siguen conservando sus instintos salvajes y son astutos artistas de la fuga: definitivamente no son mascotas domésticas apropiadas. Son difíciles de contener en un hogar o recinto, y suponen un riesgo para las personas, los niños y otros animales domésticos. Su propia seguridad también está en peligro en cautividad. Los servales que se han escapado han muerto atropellados o por inanición, ya que nunca tuvieron la oportunidad de aprender a cazar.
Los servales son fuertes, rápidos y tienen una increíble capacidad de salto. En la naturaleza, los servales saltan muy alto para atrapar pájaros que vuelan, y pueden golpear a los peces con la suficiente fuerza como para aturdirlos. No son fáciles de educar en casa y suelen marcar su territorio con orina. Es muy difícil satisfacer las necesidades nutricionales y veterinarias de un gato salvaje como el serval en cautividad. Si no se satisfacen sus necesidades, su bienestar es escaso. En Canadá no hay santuarios acreditados para los servales. Su cría no está regulada y las organizaciones de bienestar animal no están equipadas para albergar a estos gatos salvajes.
La BC SPCA siempre se ha opuesto a la eliminación de las garras de los gatos. La extracción de las garras elimina de forma dolorosa las uñas y los huesos de los dedos de los pies, algo comparable a la amputación de los dedos de los humanos por el último nudillo. En el pasado, los gatos servales eran desgarrados cuando se les tenía como mascotas, pero desde entonces el Colegio de Veterinarios de la Columbia Británica (CVBC) ha prohibido la desgarradura. Esto significa que los gatos servales suponen un riesgo aún mayor para las personas y los animales domésticos en el hogar. Pueden arañar al intentar jugar o por frustración porque no se satisfacen sus necesidades salvajes.
La BC SPCA anima a los municipios y gobiernos a adoptar leyes sobre mascotas exóticas que prohíban la tenencia de gatos serval.