Durante décadas, los entrenadores y analistas de boxeo se han preocupado por «el cuento de la cinta», utilizando las medidas de un competidor – estatura, peso y alcance – para determinar su ventaja en un combate próximo. Ahora, una nueva investigación de la Universidad de Berkeley sugiere que la longitud relativa de los brazos de un atleta con respecto a su altura podría ser incluso más importante de lo que se creía.
El estudio, publicado el viernes 13 de julio en la revista Journal of Anthropology of Sport and Physical Education, muestra que las proporciones corporales, en concreto la relación entre la longitud de los brazos y la altura, están significativamente relacionadas con el éxito de los atletas de élite en la NBA y en las artes marciales mixtas (MMA).
La envergadura, o la longitud del brazo de un luchador, siempre ha sido un dato de cierta importancia entre la comunidad de luchadores por la ventaja táctica que otorga. El término «envergadura» está ahora de moda entre los equipos de la NBA y los ojeadores a la hora de considerar las perspectivas antes del draft de la NBA.
Dirigidos por el Dr. Tesla Monson, un investigador postdoctoral de Berkeley que ahora se encuentra en la Universidad de Zúrich, los investigadores analizaron la envergadura de los brazos y la altura de más de 10.000 individuos, entre los que se encontraban unos 3.000 jugadores de baloncesto, 1.300 luchadores de MMA y 6.000 reclutas del ejército estadounidense. El estudio muestra las ventajas de una envergadura amplia en relación con la altura de los atletas.
«Este trabajo es importante», dice Monson, «porque es uno de los primeros estudios que analizan las proporciones corporales en individuos realmente altos y utilizan las estadísticas dentro de un marco científico para investigar los factores biológicos que contribuyen al éxito atlético de élite en los deportes profesionales».»
Al estudiar las proporciones corporales en el contexto de la biología y la antropología, los científicos pudieron demostrar que algunos de los atletas de élite -incluidos los jugadores de la NBA LeBron James y Kevin Durant, y el bicampeón de la UFC Jon Jones- tienen una envergadura relativa de los brazos significativamente superior a la media, sin dejar de estar dentro de los rangos esperados para la variación humana normal.
Pero no todos los atletas de élite tienen una envergadura superior a la media. Los datos muestran que el dos veces MVP de la NBA, Stephen Curry, tiene una envergadura relativa de los brazos inferior a la media de los atletas, al igual que la actual campeona del peso pluma femenino de la UFC, Cris Cyborg.