Las causas de los calambres en los dedos del pie pueden ser:
Músculos tensos o débiles
Decenas de pequeños músculos ayudan a mover el pie y los dedos. La tensión en cualquiera de estos músculos puede causar espasmos musculares y dolor.
A veces el dolor proviene de otro músculo. Un ejemplo de ello puede ser la tensión en el tobillo o en el tendón de Aquiles que provoca espasmos musculares en el pie o en los dedos.
Algunas razones comunes para la tensión o debilidad muscular incluyen:
- una nueva rutina de ejercicios
- llevar un calzado mal ajustado
- un estilo de vida sedentario
- no estirar antes del ejercicio
Las lesiones musculares
Las lesiones en los músculos y otros tejidos de los pies, los dedos o las pantorrillas pueden causar calambres o dolor en los dedos.
Los esguinces, que son lesiones de los ligamentos, pueden causar debilidad y dolor en los dedos de los pies. Las distensiones, que son lesiones en los músculos o tendones, también pueden causar dolor.
Algunas causas comunes de las lesiones musculares incluyen:
- un sobreesfuerzo
- una caída o un golpe en el pie o la pierna
- extender en exceso un músculo, tendón o ligamento
Zapatos mal ajustados
Los tacones altos, los zapatos demasiado apretados o flojos y los zapatos de punta pueden ejercer presión sobre los dedos del pie y las zonas circundantes.
Esta presión puede causar calambres en los dedos de los pies, especialmente si los zapatos los fuerzan en una posición incómoda. Los zapatos que no se ajustan correctamente también pueden causar lesiones musculares.
Deshidratación
La deshidratación a veces hace que los músculos se acalambren o se sientan tensos.
La deshidratación es especialmente probable que provoque calambres en los dedos de los pies cuando los músculos ya están lesionados o sobreexigidos, o cuando los zapatos apretados lastiman los dedos de los pies.
Desequilibrios electrolíticos
Los desequilibrios electrolíticos pueden provocar calambres y espasmos en los músculos. A veces, la deshidratación causa un desequilibrio de electrolitos.
En otros casos, una condición médica subyacente puede ser la culpable. La tetania, que se debe a niveles bajos de calcio, es un desequilibrio electrolítico que puede causar calambres musculares.
Síndrome de las piernas inquietas
El síndrome de las piernas inquietas (SPI) puede causar calambres nocturnos en pies y piernas, sensaciones extrañas en las piernas y dificultar que la persona se quede dormida.
Alrededor de un tercio de las personas mayores de 50 años experimentan SPI. Los calambres nocturnos en los pies y las piernas también son comunes cuando las mujeres están embarazadas.
El SPI no se entiende bien, y los médicos no están seguros de qué lo causa.
Daños en los nervios
La neuropatía es cuando los nervios de una persona están dañados. La afección causa dolor, calambres, hormigueo o entumecimiento.
La diabetes no controlada es una causa común de daño nervioso. Las personas con neuropatía diabética suelen experimentar dolor, espasmos musculares, entumecimiento y llagas en los pies y los dedos de los pies.
También hay otras afecciones que pueden causar daños en los nervios, como la enfermedad de Parkinson.
Flujo sanguíneo deficiente
Cuando no hay suficiente flujo sanguíneo en los pies o los dedos de los pies, éstos pueden doler o sufrir espasmos. Estar sentado durante mucho tiempo, tener diabetes y cruzar las piernas durante demasiado tiempo puede ralentizar el flujo sanguíneo a los dedos de los pies y a los pies.
La enfermedad arterial periférica hace que las arterias de todo el cuerpo se estrechen, debilitando el flujo sanguíneo. Esta enfermedad también puede causar calambres en los dedos de los pies.
Artritis
La artritis es un grupo de enfermedades que causan dolor e inflamación en las articulaciones. Para algunas personas, el dolor de la artritis se siente como calambres musculares.
Si una persona también experimenta dolor en las articulaciones, o si le duelen otras articulaciones, como las de las manos, podría ser un signo de artritis.
Distonía
La distonía es un síntoma y no una enfermedad. La distonía es una contracción o espasmo involuntario continuo en un músculo o grupo de músculos.
Numerosas afecciones médicas, como la enfermedad de Wilson, la esclerosis múltiple, las lesiones cerebrales o incluso un accidente cerebrovascular pueden causar distonía.
Insuficiencia orgánica
Los problemas con varios órganos pueden alterar los niveles de electrolitos, dificultar la absorción de nutrientes por parte del cuerpo y dañar los músculos y los nervios.
La insuficiencia orgánica puede causar dolor, calambres y espasmos en todo el cuerpo. Las personas con riesgo de insuficiencia renal o hepática deben acudir al médico si experimentan calambres musculares.
Infecciones raras
Muy raramente, una infección puede dañar los músculos o perjudicar el sistema nervioso de forma que provoque calambres musculares.
El tétanos, por ejemplo, puede causar espasmos musculares, aunque los espasmos suelen comenzar en el estómago o la mandíbula.