Francia mantiene una estricta tradición de laicismo y no recoge oficialmente datos sobre la afiliación religiosa desde el censo nacional de 1972. A su vez, hablar de la composición religiosa de la sociedad francesa puede ser bastante complicado. Se calcula que entre el 63 y el 66% de la población se identifica como católica, entre el 7 y el 9% como musulmana, entre el 0,5 y el 0,75% como judía, entre el 0,5 y el 0,75% como budista y entre el 0,5 y el 1% como de otra religión. Se cree que otro 23-28% de la población no está afiliada a ninguna religión.
Laїcité (laicismo)
El concepto de laїcité es considerado por muchos como una parte esencial de lo que significa ser un ciudadano francés. Según el párrafo inicial de la Constitución francesa (1958), «Francia será una República indivisible, laica, democrática y social» («La France est une République indivisible, laïque, démocratique et sociale»). La palabra «laïque» se traduce a menudo al inglés como «secular»; sin embargo, esto no transmite el mismo sentido de la palabra. Laїcité (laicismo) puede definirse como el completo aislamiento y separación de las esferas religiosas de las públicas. Esto significa que, en teoría, hay una ausencia de participación religiosa en los asuntos gubernamentales y viceversa. Por ejemplo, se consideraría un grave error que un profesor hablara de religión en una escuela pública.
Laїcité capta la actitud común del Estado francés y del pueblo francés hacia la religión. Por ejemplo, muchos creen que debería haber una división completa entre la vida pública de un ciudadano y su práctica religiosa privada. Aunque el objetivo subyacente de laїcité es promover la libertad de pensamiento y de expresión religiosa, en algunos casos impide la libre práctica de la religión. En 2004, se prohibió todo símbolo religioso visible en las escuelas públicas, prohibiendo efectivamente el uso de hijabs, kippas (casquetes) y crucifijos (entre otras prendas religiosas visibles). La prohibición hizo que algunos la interpretaran como una injerencia del gobierno en la vida religiosa de los ciudadanos.
El tema de laїcité se debate en todo el país. Muchos piden una revisión del enfoque de laїcité a medida que la sociedad francesa se vuelve más heterogénea y multirreligiosa. De hecho, son muchos los que creen que la religión es una forma de vida integral y no un aspecto distinto y separado de otras partes de la vida. En este sentido, algunos sostienen que Francia es un Estado laico pero no necesariamente una sociedad laica, por lo que algunos miembros creen que la religión no está separada de los asuntos públicos.
El catolicismo en Francia
El catolicismo fue en su día la religión de Estado de Francia y sigue siendo la principal religión de la sociedad francesa. En la mayor parte del país, las comunidades comenzaron como parroquias. Hoy en día, muchos pueblos rurales ven el edificio de la iglesia local como un símbolo de identidad local. El catolicismo sigue desempeñando un papel notable en la sociedad francesa. Las campanas de la iglesia suenan para marcar las muertes y las bodas. Mucha gente bautiza a sus hijos y la mayoría de la educación privada en Francia es católica.
Muchos católicos sienten que la iglesia ayuda a mantener los valores tradicionales de la familia, la autoridad y el sentido del orden moral en la sociedad. Sin embargo, dada la prevalencia de laїcité en la sociedad francesa, muchos prefieren practicar su fe religiosa fuera de las instituciones religiosas. Sólo una minoría de los que se identifican como católicos asiste y participa regularmente en el culto religioso comunitario.
El islam en Francia
Se cree que el islam es la segunda religión más importante en Francia, después del catolicismo. El mayor número de musulmanes inmigró a Francia en los años 50 y 60, durante el periodo de descolonización. Muchos de estos inmigrantes procedían del Magreb (noroeste de África), concretamente de Argelia, Marruecos y Túnez. Hoy, Francia tiene una de las mayores poblaciones musulmanas de la Unión Europea. Para los que emigraron a Francia, muchos sienten que la religión forma parte de su cultura. De hecho, muchas de las generaciones más jóvenes de musulmanes suelen adoptar el Islam como identidad cultural.
El judaísmo en Francia
Francia también cuenta con la mayor comunidad judía de la Unión Europea. Los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial tuvieron un impacto significativo en la comunidad judía de Francia. El país tardó varias décadas en recuperarse. En la Francia contemporánea, la comunidad judía sigue rindiendo homenaje a su herencia espiritual y religiosa mediante la transmisión de tradiciones y conocimientos de generación en generación dentro de su familia.