Paraguay, país sin salida al mar en el centro-sur de Sudamérica. La historia reciente de Paraguay se ha caracterizado por las turbulencias y los regímenes autoritarios. Participó en dos de las tres principales guerras del continente: la Guerra de la Triple Alianza (1864/65-70), contra Argentina, Brasil y Uruguay, y la Guerra del Chaco (1932-35), contra Bolivia. Además, una guerra civil en 1947 y la larga dictadura de Alfredo Stroessner (1954-89) dejaron un profundo legado de miedo y autocensura entre los paraguayos, que sólo comenzaron a superar esos impedimentos a principios del siglo XXI. Desde 1989, el proceso de democratización ha sido difícil, y Paraguay ha sufrido episodios de inestabilidad en su ejército, el asesinato de un vicepresidente en 1999 y la acusación de corrupción contra los ex presidentes Juan Carlos Wasmosy (1993-98) y Luis González Macchi (1999-2003). En 2008 el Partido Colorado de Paraguay, el partido político que más tiempo lleva gobernando en el mundo, perdió el poder por primera vez desde 1947, aunque volvió al poder en 2013. La capital nacional es Asunción.
Paraguay tiene una población más homogénea que la mayoría de los países de Sudamérica; la mayoría de los paraguayos son de ascendencia europea y guaraní. La cultura guaraní está fuertemente representada a través del arte folclórico y los festivales, y el guaraní fue designado idioma oficial de Paraguay en la constitución del país de 1992. Los paraguayos son intensamente nacionalistas y se sienten orgullosos de conversar en guaraní, que actúa como un fuerte marcador de su identidad. Esa lengua indígena es mucho más hablada en Paraguay que el español, único en América Latina.
Los ríos juegan un papel muy importante en la vida económica de Paraguay. De hecho, se dice que el nombre del país deriva de la palabra guaraní que significa «río que da origen al mar». Los ríos dan acceso al océano Atlántico y sirven de emplazamiento a las centrales hidroeléctricas que han convertido a Paraguay en uno de los mayores exportadores de energía hidroeléctrica del mundo. El país es también uno de los principales productores mundiales de soja, y los paraguayos de algunas zonas de la fértil región fronteriza oriental han alcanzado niveles de vida relativamente altos basados en una producción agrícola moderna y diversificada. El crecimiento de las cooperativas agrícolas en todo Paraguay ha aumentado la calidad de vida de muchos agricultores que antes dependían de pequeñas explotaciones dedicadas a un solo cultivo. Sin embargo, la cuestión de la reforma agraria sigue sin resolverse desde la década de 1880 y ha dado lugar a niveles extremos de desigualdad desde la década de 1990.