Nuestra memoria juega un enorme papel en la forma en que nos comportamos y procesamos nuestros pensamientos. Hay dos sistemas principales de memoria que todos utilizamos en cierta medida en nuestras vidas: la memoria a corto plazo (STM), que consiste en la memoria de trabajo, y la memoria a largo plazo (LTM). La memoria a largo plazo parece ser la más compleja porque incluye nuestras experiencias más memorables y pasadas. La memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo tienen procesos similares, uno de los cuales es la codificación. Aunque la codificación comienza en la STM, también tiene cabida en la LTM. En la MLP, la codificación se empareja con el significado o sin él para almacenarlo completamente en nuestra memoria a largo plazo. La codificación parece ser el más importante de estos procesos y puede relacionarse estrechamente con eventos que ocurren en mi vida diaria.
La codificación tiene que ver con el ensayo y con lo que se hace para memorizar algo que eventualmente será recuperado. Cuando codificamos la información, la relacionamos con algo significativo o no tenemos en cuenta el significado en absoluto. Estas cosas determinan si tendrás o no un mejor recuerdo de los acontecimientos. Asegurarse de que uno es capaz de transferir esas experiencias memorables a su LTM es esencial para la vida diaria.
Aunque la codificación parece ocurrir incluso cuando uno no está conectando activamente con el significado, tiene un gran efecto en cómo almacenamos las cosas en nuestra LTM. Si me pidieran que recordara una sección determinada de una lectura de clase, tendría que haber codificado bien la información en primer lugar para poder recuperarla con precisión. Recordar cosas para mis clases es muy importante en mi vida. Cuando repaso para una clase, en lugar de limitarme a releer los apuntes o a releer el libro, tomo los diferentes conceptos e intento conectarlos conmigo de alguna manera. Esto, a su vez, me permite recordar la información más fácilmente.
La codificación influye en la recuperación de la información de muchas maneras. Esta influencia hace que utilicemos el significado para ayudar a diferenciar y recordar elementos específicos de una lista o de experiencias vitales. Dos de las muchas formas de mejorar la codificación son la formación de imágenes visuales o el efecto de autorreferencia. La formación de imágenes puede ayudar a establecer conexiones para la memoria. Por ejemplo, hace poco me dirigí a un lugar desconocido para una entrevista. Sabía que tendría que volver a conducir hasta allí en algún momento, así que antes de ir, me formé imágenes visuales de calles, señales y edificios que había conocido para poder localizar de nuevo el edificio concreto. El efecto de autorreferencia se produce cuando se relaciona algo con uno mismo para mejorar la memoria. Por ejemplo, un amigo me pidió que quedara para comer en un restaurante. Ese restaurante me resulta muy familiar porque allí recibí mi primer trabajo. Por lo tanto, cuando llegó el día de quedar con ella en el restaurante, no tuve ningún problema para recordar el nombre del restaurante.
Como puede ver, la codificación desempeña un papel muy importante en la forma en que recordamos posteriormente esta información. Añadir un significado a algo, ya sea personal o una mera experiencia, ayudará a mejorar la memoria. La codificación de objetos, personas, lugares, etc. significativos hará que el procesamiento de los elementos en la MLP sea más fácil y, por lo tanto, memorable.