Los dientes se desarrollan a través de un complejo proceso en el que el tejido blando, con tejido conectivo, nervios y vasos sanguíneos, se une con tres tipos diferentes de tejido duro en una parte funcional del cuerpo. Como modelo explicativo de este proceso, los científicos suelen utilizar el incisivo del ratón, que crece continuamente y se renueva a lo largo de la vida del animal.

A pesar de que el incisivo del ratón se ha estudiado a menudo en un contexto de desarrollo, quedan por responder muchas preguntas fundamentales sobre las distintas células dentales, las células madre y su diferenciación y dinámica celular.

Utilizando un método de secuenciación de ARN unicelular y de rastreo genético, los investigadores del Karolinska Institutet, la Universidad Médica de Viena (Austria) y la Universidad de Harvard (Estados Unidos) han identificado y caracterizado ahora todas las poblaciones celulares de los dientes de ratón y de los dientes humanos jóvenes en crecimiento y adultos.

«Desde las células madre hasta las células adultas completamente diferenciadas pudimos descifrar las vías de diferenciación de los odontoblastos, que dan lugar a la dentina -el tejido duro más cercano a la pulpa- y de los ameloblastos, que dan lugar al esmalte», afirman el último autor del estudio, Igor Adameyko, del Departamento de Fisiología y Farmacología del Karolinska Institutet, y el coautor Kaj Fried, del Departamento de Neurociencia del Karolinska Institutet. «También descubrimos nuevos tipos de células y capas celulares en los dientes que pueden tener un papel en la sensibilidad dental»

Algunos de los hallazgos también pueden explicar ciertos aspectos complicados del sistema inmunitario en los dientes, y otros arrojan nueva luz sobre la formación del esmalte dental, el tejido más duro de nuestro cuerpo.

«Esperamos y creemos que nuestro trabajo puede constituir la base de nuevos enfoques para la odontología del mañana. En concreto, puede agilizar el campo en rápida expansión de la odontología regenerativa, una terapia biológica para reemplazar el tejido dañado o perdido.»

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