Además de ser la forma preferida de niacina para tratar la pelagra, la niacinamida tiene varios otros beneficios y usos para la salud.
Útil para ciertas afecciones de la piel
La niacinamida desempeña un papel importante en el mantenimiento de la salud de la piel.
Por esta razón, es un aditivo popular en la industria cosmética y del cuidado de la piel.
Cuando se aplica de forma tópica o se toma por vía oral como suplemento, se ha demostrado que la niacinamida tiene efectos antiinflamatorios en la piel (5).
Se ha utilizado para tratar afecciones de la piel como el acné y la rosácea, un trastorno de la piel facial caracterizado por el enrojecimiento (5, 6).
Esto hace que la niacinamida sea una alternativa popular a los antibióticos orales o tópicos para tratar el acné o la rosácea (7, 8).
Puede ayudar a prevenir el melanoma
El melanoma es un tipo grave de cáncer de piel que se desarrolla en las células que producen melanina, el pigmento que da color a la piel.
La exposición a la radiación ultravioleta (UV), ya sea del sol o de las camas de bronceado, daña el ADN de sus células a lo largo del tiempo y está fuertemente correlacionada con el melanoma.
De acuerdo con su función de mantener sus células sanas, se ha demostrado que los suplementos orales de niacinamida mejoran la reparación del ADN en la piel dañada por los rayos UV en los seres humanos (9, 10).
Como tal, la niacinamida es un suplemento prometedor que puede proteger contra el melanoma, especialmente en poblaciones de alto riesgo, como las que han tenido cánceres de piel no melanoma anteriores (11, 12, 13, 14).
Util para la enfermedad renal crónica
La enfermedad renal crónica es la pérdida progresiva de la función renal que afecta a la capacidad de su cuerpo para limpiar y filtrar la sangre y controlar la presión arterial.
Esto puede provocar una acumulación perjudicial de sustancias químicas, como el fosfato, en la sangre (15).
Las investigaciones sugieren que la niacinamida puede ayudar a disminuir los niveles de fosfato en las personas con disfunción renal al bloquear su absorción (16, 17, 18, 19).
Los niveles de fosfato suelen controlarse de otro modo a través de la dieta, los medicamentos o la diálisis, dependiendo de la gravedad de la acumulación (20).
Puede ralentizar la progresión de la diabetes de tipo 1
La diabetes de tipo 1 es una enfermedad en la que el cuerpo ataca y destruye las células beta del páncreas productoras de insulina.
Se ha sugerido que la niacinamida protege y preserva las células beta, previniendo o retrasando así la aparición de la diabetes tipo 1 en individuos de riesgo (21, 22, 23).
Sin embargo, las investigaciones no apoyan la idea de que la niacinamida pueda prevenir la aparición de la diabetes tipo 1, aunque puede ayudar a retrasar su progresión al preservar la función de las células beta (24, 25, 26, 27).
Aunque es prometedor, se necesitan más investigaciones antes de poder recomendar los suplementos de niacinamida como intervención para la diabetes tipo 1.
Resumen
La niacinamida puede beneficiar a quienes padecen ciertas afecciones de la piel y reducir el riesgo de melanoma en individuos de alto riesgo. También puede ser útil para personas con enfermedad renal crónica y, en menor medida, con diabetes tipo 1.